hola

A Dios no le gusta la religiosidad.
Estoy seguro que el titulo captó de una vez tu atención, ¿no? Actualmente, tengo muchas
ideas de post y ligeros borradores de futuras reflexiones y textos que quiero compartir con
ustedes, pero en los últimos 2 días he sentido fuertemente de parte de Dios, que tenía
que hablar con ustedes de esto que les diré. De hecho, este es el post más importante
quehe hecho hasta ahora.i
La cosa es esta: A Dios no le gusta la religiosidad. De hecho, la religiosidad es, junto
al pecado la cosa que más estropea nuestra relación con Dios. ¿Por qué es algo que
estropea nuestra relación con Dios? Porque la religiosidad no es más que un conjunto
de hábitos y costumbres. Y de hecho, muchas de esas costumbres nos son enseñadas
desde que nacemos. Haz la prueba:Sal de tu casa y pregúntale a alguien “¿Por qué eres
católico?” o “¿Por qué eres adventista?”, por poner un ejemplo, y la gran mayoría te
responderá algo como esto: “Porque mis padres me enseñaron”.
Te pondré este ejemplo: Suponte que yo le regale rosas a mi hipotética novia. Ella dice
“Awww, que tierno, eres el hombre más perfecto que he conocido, Josué, y estoy
perdidamente enamorada de ti yde lo guapo y galán que eres conmigo, HAZME TU
MUJER YAAAA”. Bueno, seamos más realistas y supongamos que no dice eso, y dice
algo como “Gracias, que tierno regalo”... Y que luego yo le diga “No me agradezcas, tenía
que hacerlo, eso es lo que hacen los novios”. Bajón total de puntos con ella. Me quedo
Forever Alone.
Más o menos eso pasa con la religión. Muchos van por costumbre. Por hábito.“Porque
eso es lo que hay que hacer todos los domingos”. Luego de fechas como la semana
santa, por ejemplo, la gente se olvida por completo de Dios. O peor aún: Sólo le busca
cuando uno está en emergencias porque necesita algo de él. Por cierto, este es el
principal motivo por el cual estoy absolutamente seguro de que los ateos no existen:
Porque tarde o temprano, le pedimos algo a Dios. Lo sé,porque por un tiempo fui
“ateo”. Al igual que todo el mundo.
Ahora, te daré otro ejemplo de algo que también es muy frecuente. Suponte que me gusta
una chica, y ella es hermosa y fantástica, pero yo... Tengo miedo a que me conozca.
Tengo miedo a decirle lo que siento. Tengo miedo a que ella sepa que cometo errores. No
quiero que vea las manchas que tengo en mi alma. No me valoro. Por eso,cuando veo a
esa chica, la trato desde lejos.
Lo mismo también pasa a veces con Dios. Personas que no se sienten valoradas.
Personas que no entienden que Dios siempre nos va a amar, y que nos da una segunda
oportunidad. Dios ya pagó el precio por esa segunda oportunidad. Dios ya sabe todo lo
que hay en tu corazón. (Te recomiendo que leas todo el Salmo 139, te encantará).
Entonces, hay quienesvan a la iglesia y van con miedo. Se autojuzgan... y por eso no
cruzan la línea que separa a la religión de la experiencia genuina.
Me llama la atención en la Biblia la historia de una mujer llamada Ana. La puedes
encontrar en el primer capitulo del primer libro de Samuel. Ana era mujer ejemplar:
Hermosa, excelente esposa, religiosa, adinerada... Pero estéril, y por eso su marido tenía
otra.El punto es, que ella año tras año iba al templo a ofrecer sacrificios (Antes se hacían

sacrificios para pedir perdón por los pecados, pero ya Dios hizo el sacrificio perfecto: Su
hijo, que murió y revivió por nosotros). Hacía su sacrificio, oraba, y se iba de vuelta a su
casa. Lo hacia siempre. Era la rutina. ¿En serio es posible que alguien como Ana, por
ejemplo, fuera a adorar a Dioscada año, año tras año, sin recibir un cambio verdadero en
su vida? SÍ. Le pasa a la gente religiosa. Quedan estériles porque así Dios no puede
obrar. Porque en donde no hay fe, hay una costumbre de “creer” porque sí. Donde no hay
fe, no hay presencia de Dios.
La religión nos deja sin contacto con Dios, sin intimidad. Lo peor, es que para la mayoría
de la gente está bien que eso sea así,...