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"Caranchos": el increíble negocio de los que lucran con el dolor ajeno
16/05/10 - 08:25
Algunos estafan a víctimas de accidentes para cobrar indemnizaciones. Compran los casos en hospitales y comisarías. También hay trampas en los cementerios. Y lo último: las falsas funerarias, que intentaron engañar a un periodista de Clarín.
PorGERARDO YOUNG.Votar0 Compartir
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tema del domingo, delitos, seguros, accidentes
Es un territorio único, el del dolor, donde las anestesias no siempre alcanzan. En ese sitio hostil mandan los "caranchos", escondidos detrás de un rostro afable (digamos, un Ricardo Darín) o bien detrás de una voz en el teléfono. Acudo a la primera persona porque fui víctima de ellos, o casi, hace nueve días. Habíamosenterrado a mi papá hacía apenas cuatro horas, cuando mi hermano atendió el teléfono:
- Buenos tardes, hablamos de la cochería...
Era la voz de un hombre, muy formal, extremadamente cuidadoso, hasta parecía acongojado por la desgracia familiar a la que invadía. Le explicó a mi hermano que estaba chequeando la calidad del servicio de la funeraria. Si los empleados habían llegado a horario, si lafamilia había sido bien atendida. ¿Volvería a recomendar a la empresa? Envalentonado, el hombre explicó que el trámite para obtener el certificado de defunción -del que se ocupan las funerarias- podía demorarse varios días, pero podía acelerarse si se pagaba "ya mismo" un adelanto del servicio.
- Si le parece, le enviamos hoy mismo un cobrador a su casa.
Mi hermano dudó, como dudan las cientos devíctimas de estos "caranchos". Pero por suerte tuvo el tino, una gota de lucidez en medio de ese sentirse aturdido de la congoja, para darse cuenta de que lo estaban timando. Le dijo que no, que prefería ir a pagar a la cochería tal como se había acordado.
La voz del teléfono no era la de un empleado de funeraria; era un embaucador. "Dos de cada treis clientes sufren esos intentos de extorsión",explicaron en la tradicional cochería Lázaro Costa. Las víctimas, multiplicadas, son cientos o miles por día. Sólo para darse una idea de la magnitud, hay 400 cocherías sólo en la Capital y mueren por año, en todo el país, 250 mil personas. Y muchos familiares caen en la trampa. Le pasó en esos días a la familia de Guillermo Salatino. El sábado de la semana pasada enterraron a Alejandro, hijo delperiodista más famoso del tenis, y a las pocas horas recibieron el llamado de otra supuesta cochería. Salatino lo contó días después en radio La Red. "Se llevaron dos mil pesos. Le quiero decir a la gente que no le paguen a nadie y lo lleven a las oficinas de las cocherias. Nada me parece más bajo que aprovecharse de un momento como ese. Cuidado que hay gente miserable."
¿Son, esos timadores,únicos en su especie? En realidad, son la versión más moderna del mundo de los "caranchos", aves de caroña a las que les usurpan el nombre aquellos que viven de estafar a los que sufren. Personajes que se mueven con impunidad en el territorio del dolor, ese que muestra como nunca la nueva película de Pablo Trapero, recién estrenada y ya un éxito (Ver La película...).
En la versión de Trapero, el"carancho" tiene la cara de Ricardo Darín y se llama Sosa, un abogado al que le sacaron el título por alguna vieja tropelía y ahora se dedica a estafar a víctimas de accidentes de tránsito, a las que embauca para quedarse con formidables porcentajes de lo que pagan las companías de seguro. ¿Qué dice Trapero? Trabajó en el guión durante un año medio y lo pensó como una historia de amor entre Sosa yLuján, una jóven médica que trabaja "para salvar vidas, mientras los otros se aprovechan de las víctimas". Trapero se entrevistó con abogados buenos y de los otros. "Los abogados de accidentes de tránsito son vitales para muchas personas que no sabrían cómo reclamar sus derechos. Pero muchos pasan la línea ética. Y hay muchos cómplices que colaboran".
La línea que se vulnera es clara en la...
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