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03 DE MARZO DE 2012Según lo revelado por el Dane Cúcuta fue la tercera ciudad del país con mayor número de desempleados durante el trimestre comprendido entrenoviembre de 2011 y enero de 2012. La tasa de desocupación, de acuerdo con el guarismo oficial, es del 16,1%, una mala noticia si se toma en cuenta además que se trata de un índice superior en 4,6puntos porcentuales al del resto del país, donde este flagelo social fue de 11,5%.
Lo anterior, sumado a que el desempleo en la capital de Norte de Santander también creció en dicho trimestre frente almismo periodo del año pasado, connota el riesgo de que se consolide una tendencia estadística que afiance a su vez la imagen de una ciudad afectada por un desempleo que no sería ya fruto de coyunturasderivadas de los ciclos económicos, sino que atiende a un crecimiento demográfico incapaz de ser absorbido por la actividad productiva.
Y es aquí, donde los dirigentes gremiales, autoridades,empresarios, sindicatos y sociedad civil deben sumar esfuerzos para buscar alternativas que permitan reducir la amenaza de una desocupación estructuralmente elevada, comparable a ese odioso record quepor años mantuvieron capitales como Pereira e Ibagué, tras el hundimiento de la economía cafetera a comienzos de los años noventa, crisis que, como sabemos, dio pie a enormes olas migratorias.
Porsupuesto, los casos citados no son extrapolables a Cúcuta, una ciudad con escasas fuentes de trabajo aportadas por la industria. Y es aquí, precisamente, donde la situación es aún más reveladora acercade la gran dimensión que toman las cifras dadas a conocer por el Dane. Según este organismo, los sectores de los servicios, centrados en la hotelería y el comercio, son los que más jalonaron laprecaria creación de puestos de trabajo en la frontera, empleos que, en todo caso, fueron inferiores al número de personas que buscan por primera vez su ingreso al mercado laboral.
El hecho de que el...
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