Hola

La pequeña e inocente mujer estaba quieta en su sillón, mirando la televisión, y con el típico flan de sabor de chocolate y con dulce de caramelo en sus manos, lo raro en todo esto era que su flan estaba completo, no le faltaba ni una mísera parte, se preguntarán por qué y aquella muchacha también se lo preguntaba, bajando su mirada helada a aquél postre que aún no degustaba. Ladeó la cabeza,buscando la respuesta en su flan, hasta que empezó a recordar a un amigo que tuvo cuando iba a la escuela. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Ramón? ¿Patricio? ¿Javier? No lo recordaba con exactitud, pero recordaba que ese amigo sabía su secreto en aquél entonces. Sam cerró los ojos y suspiró, recordando el día que, hasta ahora, el sin nombre había descubierto su secreto.
Era un día cualquiera, un díasábado por la tarde, después de almuerzo, o séase después de las 13:40, Sam siempre debía ir al taller de karate que empezaba a las 14:10 y terminaba a las 16:20, nunca faltaba a esas clases, le encantaba poder luchar contra los más fuertes y no con las mujeres Recordar que Sam se hacía pasar por hombre en la escuela, que casi siempre tenían un problema si la golpeabas muy fuerte. Como sea, ese díapasó normal, Sam entrenó demasiado, hasta se llevó un halago del profesor por el esfuerzo que daba y por poder patear fuerte, aunque (Por broma) el profesor le dijo que debía dar esos típicos sonidos que hacen los karatecas cuando lanzan un golpe, justamente eso… No le hizo gracia a Sam. Y como era costumbre, todos los estudiantes, que eran como unos 10 contando a Sam, debían irse a duchar. Lasmujeres en sus duchas y los hombres en las suyas, he ahí el dilema de la ex pelinegra, ¿En qué ducha debía ir? Nunca se hacía problema, pues siempre le preguntaba al profesor si podía a ayudarle en guardar las cosas en la bodega y que luego se iría a bañar, excusas que siempre servían y que por eso iba a amar.
Siempre era lo mismo, ella ayudaba, los otros se iban y ella podía ir a ducharse sinproblema, ¡Pero! ¡Un “pero” se presentó ese día! Un chico que iba en la misma clase que Sam y que también iba a karate, también se quedó ayudando al profesor en guardar las cosas. Ambos guardaron todo y se tuvieron que ir juntos a las duchas. Por dentro, Sam estaba con un revoltijo en el estómago, quería vomitar en esos momentos porque de seguro ese chico, que a pesar de que estaban en el mismo salón yaun así nunca había cruzado una palabra con él, le iba a delatar con todo el salón y de paso iba a caer su mejor amigo Martín, pero por fuera, Ruiz estaba con un rostro serio, tranquilo y sin ningún nerviosismo, unas gotas de sudor caían de su frente pero fácilmente podía decir que eran por el arduo entrenamiento que tuvieron hoy.
“Así que… Eres Sam Ruiz” Comentó el chico que estaba a un lado conun tono amistoso.
“Deberías saberlo bien, estamos en dos clases iguales.” Rodó los ojos, siendo cortante, ignorando al chico y entrando a la ducha de hombres.
“Es que nunca hablamos, tú sabes que los nombres se olvidan… De seguro no recuerdas el mío” Se empezó a burlar el contrario, entrando también y cerrando la puerta por si alguien entraba a robar las cosas.
“Eres Javier Araos” O esperaba quese llamara así.
“¡Bingo! Veo que prestas atención a la lista” Empezó a sacarse el uniforme de karate con una leve sonrisa en el rostro por el haber sido recordado.
“¿Olvidas quién soy? Sam Ruiz, el mejor alumno de toda la clase” Recordó, tomando su toalla que tenía en un bolso y entrando sin sacarse nada al cubículo de la ducha.
“Sam Ruiz, el más presumido y arrogante de toda la clase”Corrigió en voz alta, con cierta duda de porqué su compañero se comportaba así, girando su cabeza al bolso de Sam “Ah, tengo una duda, Sam” Su voz seguía siendo un tanto alta para que pudiera ser escuchado “¿Martina y tú son novios?” Se acercó al cubículo de la ducha que estaba a un lado de Sam y abrió la llave, pero no se metió ni nada para poder ir a examinar el bolso de la pelinegra sin problema....