Hola
Y, tras horas de hediondo e insufrible suplicio, nació una pequeña personita. Le pusieron el nombre de Iker, al que se le añadieron el primerapellido de su padre, Lozano, y el primero de su madre, Lazcano. Buenos tiempos los de entonces, cuando mi madre y mi padre se pasaban horas detallando la buena nueva a amigos y seres queridos.
A la temprana edad de 22 meses, tuve un pequeño percance con mi padre y una curiosa y escurridiza pelota de futbol. Al pisarla, resbalé y mi fémur hizo, ese extraño y asqueroso movimiento que, cuando lo ves,sabes que algo no va bien. De nuevo en el hospital donde me vieron nacer, y supongo que incluso habitarían sus pasillos los mismos doctores, pasé 3 meses ingresado debido a una importante lesión en el fémur de mi pierna derecha, periodo en el que no me explayaré mucho, debido a que como todo el mundo sabrá, en el hospital, aunque sean 3 meses, nadie hace demasiado… (Excepto Los pulseras rojas.)Ya con dos años y poco, salí del hospital y comenzó un periodo difuso. Difuso simplemente porque no tengo demasiados recuerdos, como viene siendo normal, o eso creo, al igual que todo lo que he contado hasta ahora, cosas que se porque me han contado mis padres, que supongo y no pongo en duda que sean ciertas, pero que digamos, si quisieran se lo podrían haber inventado y nunca me enteraría. Pero nosoy tan desconfiado.
De esa época recuerdo que teníamos una terracita pequeña, donde yo guardaba todos mis juguetes, balones… Mi pequeña sala de juegos. También que las paredes eran blancas, cosa que fue cambiada a un color rojo puticlub como lo llama mi madre, mi pequeña cama, y no mucho más. Fui a la guardería, periodo olvidadísimo del que nada recuerdo, y comenzó mi andadura por los patiosdel Colegio Público Miguel Hernández, ese que se encuentra al final de la vía parque si te diriges a Benidorm, cuyos muros están pintados con unos bonitos grafitis. Seguro que sabéis de cual hablo.
Tras 3 años de pargulitos, repletos de siestas, juegos, y películas de Magic English, pasé a primaria. De esa etapa sí que recuerdo bastantes más cosas. Innumerable partidillos de futbito con los de laclase del curso A contra la clase del curso B, los cuales, yo en el A, siempre ganábamos a la del B. Siempre de paliza.
Teníamos un equipazo: Alberto, Manu, Theo, Álvaro… Hasta que llegó a la clase del B un niño colombiano llamado Alejandro, hoy Brayam, o Negro para los amigos, quién comenzó, él solo, a hacer los partidillos más disputados.
Eso era en los patios. En el comedor, solo se jugabasi los mayores no cogían la pelota, o nos dejaban jugar, cosa muy rara. Por lo que, además de los típicos juegos de siempre, los cromos, tazos… Nosotros jugábamos a juegos totalmente imaginarios, parecidos a lo que ahora se llaman juegos de ROL. Nos imaginábamos que éramos un personaje, un guerrero, arquero, mago… y nos tirábamos horas y horas dando vueltas por los patios. Las clases no erandemasiado diferentes a las de ahora, quitando el contenido de las materias obviamente, y los PA que se regalaban.
Un día, en el último curso que iba a pasar en ese colegio, me levanté con un dolor tan extraño como punzante, a la altura del ombligo, yendo un palmo hacia la derecha. Mi madre me llevó al hospital, donde, al principio, en un rápido e inservible diagnóstico, me dijeron que era un simpledolor de barriga, debido al típico virus del dolor de barriga. Mi madre, extrañada porque sabía que su hijo si se quejaba era por algo, pidió que se le hiciera otra prueba. Tras una ecografía, sí, como a las embarazadas, los médicos, por llamarlos de alguna manera, se dieron cuenta de que tenía el apéndice muy inflamado. Lo que llevó a que me operaran. Pasé 3 días sin moverme apenas en la cama del...
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