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Los ríos Iguazú y Paraná están registrando una de las crecidas más grandes de la historia. 
Por ejemplo, el 8 de junio, el río Iguazú registró un caudal de 46.300 metros cúbicos por segundo, cuando normalmente no supera los 1.500. Semejante cantidad de agua bajando de golpe provocó desbordes y anegamientos en varios puntos de su cauce, las áreas ribereñas de la provincia de Misiones y en elterritorio brasileño aguas arriba. 
Lo que podría pensarse que es un fenómeno natural es en realidad la consecuencia de una serie de hechos provocados por los humanos que van desde la deforestación de la cuenca hasta el represamiento del río, lo que ha alterado seriamente el ecosistema e incrementado el recalentamiento global. 
La cuenca del Río Iguazú antiguamente estaba tapizada por una espesacobertura vegetal, predominantemente arbórea, denominada Selva Paranaense o Mata Atlántica. Pero en los últimos años y por el avance de las explotaciones agrícolas a gran escala en toda Sudamérica ha desaparecido ese inmenso pulmón verde, sobre todo del lado brasileño, y se han convertido en campo de siembra. 
Por el calendario de cosecha de la soja, la época posterior a levantarse la misma, en queel suelo está desnudo, coincide con el de máximas lluvias, de acuerdo al clima del sur de Brasil, con lo cual el suelo se vuelve con más razón, muy vulnerable a la erosión. 
Erosión. “Es muy notable el color del agua y eso es claramente producto de la erosión de lo que es el Cerrado brasileño”, hizo notar a EL DIARIO, Diego Rodríguez, director ejecutivo de la agrupación ecologista M’Biguá.Concretamente, se refirió al tinte amarronado de las aguas que bajan con fuerza desde Misiones y hacia el sur de la Mesopotamia. 
Además de la deforestación incesante del sur brasileño, Rodríguez remarcó como otro factor influyente a “la cantidad de represas que existen” en el vecino país. 
Ante esa situación, el ambientalista pidió que se aplique “un plan marco de gestión ambiental”, con laparticipación de los comités de cuenca respectivos, por sobre los “planes de contingencia” que buscan soluciones en el corto plazo y para las consecuencias inmediatas. 
“Los comités de cuenca son espacios de concertación para llevar adelante acciones preventivas antes hecho que se vienen anunciando”, explicó. Uno de ellos es el Comité Intergubernamental de la Cuenca del Plata. 
Es que, consideró, que sino se aplican medidas preventivas “siempre se llevan adelante planes de emergencia, una semana antes de la venida del agua, cuando salta la alarma en el norte”. 
El Comité Intergubernamental de Cambio Climático ya ha advertido sobre algunas cuestiones, sobre todo en variaciones de las precipitaciones. 
“Como hablamos de una cuenca internacional, de recursos naturales compartidos, es necesarioun consenso entre las naciones”, subrayó. 
Represas. El represamiento de los ríos es otro de los factores que ha influido en el cambio climático. 
“Se ha planteado reiteradas veces que las represas son una posible solución para las inundaciones. Ése es un viejo slogan pero está claro que de ninguna manera estas obras ayudan a mitigar las fluctuaciones naturales de los ríos. Las represas estánpensadas para hacer energía y para eso acopian agua. Pero cuando llega la creciente, abren las compuertas y la liberan. Eso no ocurre cuando el río está ‘vivo’, no represado”, destacó. 
Es que, naturalmente, el río cuenta con un sistema de humedales que dosifica la circulación del agua, filtra los sedimentos y amortigua el impacto. 
“Cuando uno represa, lo que hace es evitar las fluctuacionesnaturales del río. Las represas no han controlado nunca un proceso de inundación”, aseguró. 
El río Iguazú actualmente tiene enormes represas hidroeléctricas en casi todo su recorrido, las más grandes en total son seis, la primera se inauguró en 1975 y la última aún no está construida y se planea inaugurar en 2 años. Hay otras represas menores ubicadas en los afluentes y en las cabeceras de cuenca....