HOLA

Silencio en la ciudad. Las gotas de lluvia que habían formado un charco en las calles, mojaban ampliamente mis zapatos gastados de tanto caminar.
Si bien, no tenía a donde ir, el olor a libertad impregnaba el aire. Fueron diecisiete años de esclavitud.
Los recuerdos que emanan mi cabeza con respecto a mi infancia, hacen que mi ser se vea envuelto de sentimientos encontrados. La voz dulce de mimadre hablando en mi cabeza, sabe a realismo confuso y borroso. Las lágrimas brotan de mis ojos con solo recordar.
Tenía solo 7 años cuando paso por primera vez… tan solo siete años. El brazo grande y fuerte del hombre al que admiraba tanto (hasta entonces) – se había levantado contra mi mama. Un vozarrón espeso, inescrupuloso, le ordeno que se callara.
Mama me miraba desde la ventana… consus ojos me rogaban que saliera de allí. Pero no pude. La impotencia hizo su aparición en mis entrañas por primera vez. De repente, su brazo agarro el de mi madre, y sus ojos se clavaron fijamente en mí. Empujando a mi madre por la pared, camino rápidamente hasta donde yo estaba.
¡Jorge, no! ¡A ella no! – grito mi madre.
Sin saber qué hacer, corrí, grite. La muñeca de trapo que acompañaba todasmis tardes de te, hasta entonces, fue arrebatada cruelmente de mi lado… así como más tarde, lo sería también una parte de mi vida.
El jardín de mi casa, adornado con flores de colores y mucho pastizal, era resultado de la ardua y dedicada labor de mama. Nos gustaba oler el olor a pasto mojado, luego de terminar de regarlo cada tarde. Quién diría que ese jardín seria participe de mi desgracia!Mis intentos por escapar fueron vanos. Sus brazos grandes y fuertes tomaron mis delgadas y blancas piernas, y con una mano me cerró la boca. Mama quiso correr a buscar ayuda, pero sus intentos por huir fueron anulados por la tremenda fuerza de aquel hombre. De un bofetón, hizo que mama cayera inconsciente al piso. Ver la cara golpeada de mama, y la sangre que salía de su boca, hizo que perdiera elcontrol, y trate de atacar al que -en ese entonces-, se tornaba mi agresor.
¡Mama! ¡Mama! ¡Mamita! – grite con una mezcla de desespero y llanto.
Mi floreado vestido, todo almidonado y con un aroma a flores del campo fue arrancado de mi cuerpo con un manotazo.
“Calma linda; si te portas bien, esto no dolerá más de lo que debe”. - Sus ojos tenían una mezcla de lujuria y maldad. Era la primeravez que veía esa mirada en el.
“No me hagas daño papa” – Fue lo último que alcance a decir.
La tarde avanzaba, y mama no reaccionaba. Al acabar su maldad, ese hombre se retiro. No entendía aun lo que estaba ocurriendo; lo único que sabía, era que estaba más adolorida que nunca. Ni cuando me raspaba las rodillas andando en bicicleta por la cuadra, ni cuando mama me daba nalgadas por causa dealguna travesura, ni cuando murió Tigre, mi perrito, sentí tanto dolor como ahora. Quería ir corriendo a despertar a mama, pero era demasiado tarde. Mama no volvió a abrir los ojos nunca más.
El sol se iba escondiendo, y cuando la luna hizo su aparición, ese hombre volvió con dos hombres que alzaron a mama y se la llevaron en una bolsa negra.
Corrí hacia donde estaban y grite para que no se lallevaran. Quería ir a abrazarla, a besarla y a rogarle que me aleje de ese hombre. Pero mis intentos fueron vanos.
“Es mejor que te comportes si no quieres terminar como tu mama”
¿A qué se refería con eso? ¿Donde se estaban llevando a mama? ¿Por qué me dejaban solita? ¿Por qué papa no me quería?
No encontraba respuestas ante tales cuestionamientos. Mis ojos ya no tenían lágrimas, se quedaronsecos de tanto llorar. Me acosté en la cama de mama y agarre la almohada que acostumbraba a abrazar mientras dormía. Su tierno aroma era una mezcla de perfume francés y un poco de encanto maternal. Me sumí en un mundo ficticio, un mundo de fantasía. Donde éramos solo ella y yo.
Me distraje mirando una pequeña araña en el techo, y me pregunte si le habían arrebatado también a su mama. Imaginaba a...