hola
“lo pasado, pisado”
Por Vanessa Alejandra Varela SalfateEs sabido que los chilenos no nos caracterizamos por ser un país con una identidad propia. Dehecho, en nuestrodiario vivir es fácil apreciar estamos empapados por un sentimiento dedesprecio hacia lo propio, a lo originario, hacia lo verdaderamente nuestro: lo autóctono. No esextraño para nadie y es simplevislumbrar la connotación peyorativa que se le da a conceptos deese tipo
“ah no, que autóctono eres”
,
“son muy indios”.
Y es que nunca aprendimos a querer lonuestro, porque incluso eso es difícilde determinar ¿qué es lo nuestro? Concedo a la sociedad denuestro país el que no somos los únicos, sino que es algo a nivel continental, sin embargo,muchos países latinoamericanos se han preocupado porrescatar sus raíces, por resaltar esaidentidad que se da no sólo a nivel de países, sino que conviven varias identidades dentro de unmismo país ¿será que somos los únicos que contamos con pocos
–o nulos- vestigios auténticosde lo que éramos antes de la llegada del conquistador español? O, más bien ¿será que no nosinteresa?Se ha cimentado en la sociedad la idea de
“no hay que quedarse en elpasado”
,
“lo que pasó, pasó”
,
“hay que dar vuelta la página”
, lo curioso es que decimos esas frases y les damos elcarácter de máximas absolutas sin hacer miramiento alguno sobre suscualidades, negándonos elutilizar algo que debiera ser propio de los seres humanos y, como de hecho, es en el común delos animales: aprender de nuestros actos pasados. Si el perro se da cuenta que el pan conají le picó al comer, la próxima vez que le ofrezcan pan con ají no lo comerá, pues no quiere volver asentir el picor que experimentó la vez anterior, cuando aún no sabía que el ají le produciríaesasensación. Así las cosas ¿por qué insistimos con negarnos la posibilidad de aprender del pasado?,¿por qué renegamos de él? Asimismo, no sólo nuestras actos pasados debieran ser nuestroreferente, sino...
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