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ESENCIA DE SEVILLANA

En pleno corazón de Sevilla, la capital de Andalucía, a pocos pasos de la catedral, cara a cara con La Maestranza, posiblemente la plaza de toros más famosa deEspaña, nos encontramos, cuando el sol se esconde y el cielo se vuelve oscuro, con este paisaje mientras paseamos por las orillas del río Guadalquivir. Después de haber estado bebiendo unbuen gazpacho andaluz, y antes de irnos al “Tablao Flamenco” del barrio de Santa Cruz, típico en la ciudad, podemos observar cómo los sevillanos, al llegar la primavera, se tumban en elcésped para contemplar el atardecer. Al fondo encontramos la amalgama de colores de la calle Betis, una de las más populares de la ciudad, conocida no solo por sus buenos pubs, en losque los estudiantes de todos los países disfrutan del mejor ambiente del país, sino también por ser la antesala del distrito de Triana uno de los once que componen la ciudad de Sevilla,unido al casco histórico antiguo de la población por el majestuoso Puente de Triana, conocido a nivel internacional. En los últimos años, siguiendo la traición del Ponte Milvio de Roma,parejas de todo el mundo cuelgan sus candados a lo largo del pasadizo, jurándose amor eterno mientras lanzan la llave al agua. Este puente, construido entre el 1845 y 1852, es unaverdadera seña de identidad para los vecinos de la zona, declarado Monumento Histórico Nacional.
El adentrarse en el popular barrio de Triana es una gran oportunidad para sentir el ambiente yla vida cotidiana que en él se genera, con el carácter e idiosincrasia de su gente, sus calles, los Corrales de vecinos, las academias de baile de flamenco, los talleres de alfarería yalgunos de los edificios más emblemáticos de Sevilla.
Paz, tranquilidad, reflexión y arte en su estado más puro son los sentimientos que nos invaden cuando evocamos esta fotografía.