Hola
Vivimos tiempos de grandes y profundas transformaciones, miramos nuestro presente y el futuro con más incertidumbres que certezas; con muchas dudas y hasta con cierto temor. Nosasombra la vertiginosidad de los cambios, del avance de la tecnología y del “mundo globalizado”. Parafraseando a Marshall Mcluhan, vivimos en una “aldea planetaria”.
Pero cuando miramos a nuestroalrededor y reflexionamos sobre la realidad de nuestra existencia, advertimos pobreza, muertes sin sentido, provocados por los, cada vez más frecuentes, desastres naturales y eclosiones sociales,asesinatos, asaltos, secuestros; en fin, todos los escenarios imaginados en el cuadro dramático de los últimos siglos: la destrucción de los valores humanos.
Este es el lado de la realidad (nuestrarealidad) que nos desconcierta y nos hace sospechar que algo en nuestra forma de vida anda mal; que nuestras prioridades se están alejando cada vez más de las verdaderas necesidades humanasfundamentales y aun no hemos comprendido, casi nada, de la naturaleza humana en su dimensión trascendente; porque el verdadero desarrollo es de las personas y no de las cosas.
Todas lasinstituciones del mundo concuerdan que la respuesta clave para promover el desarrollo de los pueblos y de la conciencia humana es la Educación y cuando pensamos en la Educación Universitaria, en una Carrera, laspreguntas que nos hacemos, siempre son las mismas: ¿por qué estudiar?, ¿qué estudiar? y ¿dónde estudiar? Lo cierto es que buscamos para nosotros mismos y nuestras familias, la mejor educación; unaeducación de excelencia que nos asegure empleo y oportunidad de participación, como los mejores profesionales, en la transformación de nuestra realidad: personal, local y regional.
Nuestro país,hoy, necesita profesionales idóneos y capaces, que demostrando compromiso y vocación de servicio puedan transformar el presente y construir el futuro, manifestando, así, responsabilidad y sacrificio...
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