HOLA
Novela de RAQUEL SAGUIER
Editorial SERVILIBRO
Telefax: (595-21) 444 770
E-mail: servilibro@highway.com.py
Diagramación y Armado: Gilberto Riveros Arce
Edición al cuidado de la autora.
Asunción, Paraguay, Junio de 2003
Hecho el depósito que marca la Ley nº 1328/98
I.S.B.N. 99925 – 874 – 4 - X
Asunción, Paraguay . 2003Edición digital: BIBLIOTECA VIRTUAL “AUGUSTO ROA BASTOS”
del CENTRO CULTURAL DE LA REPÚBLICA “EL CABILDO”
LA LECTURA CONSIDERADA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES
Si la eternidad tiene alguna forma, debería ser la de la gratitud. Agradecer es reconocer la mano de los demás en la construcción de nuestra vida. Es un gesto gratuito y al mismo tiempo la raíz de todos nuestros valores.Virgilio decía: “Mientras en el cielo haya estrellas debe durar la memoria del bien que hemos recibido”.
Si mi madre, Lucía Bastos, a quien estoy agradeciendo en esta página, no hubiese llevado una colección de libros a Iturbe, tal vez mi infancia hubiese sido distinta. Ese pequeño pero inmenso gesto de mi madre me presentó los mejores amigos que tuve a lo largo y a lo ancho de la vida: loslibros. Lucía
Bastos se llevó a Shakespeare, a los clásicos del Siglo de Oro, a Homero y a una constelación de poetas que me abrieron otro mundo más allá de las siestas incendiadas de Iturbe, reflejos de un espejismo que no termina de reverberar para dar forma a las cosas, como los personajes de aquellos libros inmortales. Con los libros recibí una herencia inmemorial y allá en la distancia,rodeado de la naturaleza salvaje del paisaje, pude intuir la marcha de la historia, las grandezas y miserias del ser humano, las maravillas de otros mundos tan lejanos como el brillo de las estrellas de Virgilio.
Hago votos para que esta colección “Festilibro” de obras infantiles y juveniles sirva al mismo propósito: participar de mano en mano, como el fuego sagrado de las antorchas olímpicas, elentusiasmo de la lectura y el amor a los libros para poder decir, como decía Montesquieu: “Nunca tuve una tristeza tan amarga que una hora de lectura no haya conseguido apagar”.
A mi esposo, a mis hijos y a
todos los que me han ayudado
a ir hacia la niña, hacia lo
más hondo de mí misma,
ya que de algún modo soy ella.
PRÓLOGO DEL LIBRO
SOBRE LAS PÁGINAS QUE SIGUENQuién sabe si alguna vez -la probabilidad es realmente remota- pueda convencernos la poesía que, puesta a recordar la infancia ya difunta del autor, ignora al niño aún oculto en cada uno de nosotros. Por suerte, las páginas que siguen no le ignoran y ellas son así un puente tendido también hacia la propia infancia del lector. En el camino propuesto por Raquel Saguier, abandonamos muy pronto alos adoradores del calendario, descubrimos que ellos sólo tienen razón a medias: los seres, las cosas y los paisajes de la infancia resisten muy bien eso que el hombre moderno llama madurez y los clásicos preferían llamar «la afrenta de los años». Además, el lenguaje de este libro goza de una propiedad poco frecuente: la simbiosis. La escritura se desentiende aquí de todo lo que no fuese unarápida presentación de situaciones generales y conflictos acaso necesarios y ofrece, entonces y en sí misma, la pintura de un encuentro, el de la mujer adulta y la niña que de alguna manera dicha mujer adulta sigue siendo.
Si los pensamos desde el punto de vista que acabo de mencionar. Los episodios del libro corren el riesgo de volverse puramente incidentales. Se trataría, sin embargo, de un riesgoque bien puede correr un libro cuando su escritura está puesta al servicio de la magia de los recuerdos y no de los recuerdos como tales. Así, los episodios de La niña que perdí en el circo parecen estar enlazados no tan sólo por los eslabones de la narración sino también por los de la naturaleza simbiótica del lenguaje empleado; pareciera que estas páginas estuviesen ligadas, más aún,...
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