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* CAPÍTULO 1: LA SOLICITUD Y EL TACTO PEDAGÓGICOS
En este primer capítulo, el autor habla sobre una mala acción de dos compañeros de clase, y analiza dicha acción desde el punto de vista del educador, y el director poco después, que los “delata”. La idea que se nos expresa en el libro es que no sólo hay que ceñirse a castigar a los alumnos, que también, sino a entender el porqué de la acción ycómo se le puede ayudar –educar en el primer caso- para que no vuelva a suceder y se convierta en una persona responsable. Para ello, es necesario ponerse en lugar del niño que ha cometido la acción y no quiere delatar al compañero. Es necesario que el niño comprenda que está atentando contra una propiedad de la que él es parte, la escuela, y al hacerle partícipe podemos encontrar la vía paraacceder al niño. El tacto es la clave.
En segundo lugar nos encontramos el caso de Danny, un niño que visita a un psicólogo porque tiene cierto retraso. La visita es a un despacho donde el niño entra solo, sin motivos infantiles ni nada que le pueda hacer sentir cómodo y sin su madre y abuelo. A solas con el psicólogo. En todo momento éste mantiene la distancia con el niño, le deja llorar, toma milnotas en el cuaderno pero no hace nada por acercarse a él, por hacerle sentir mejor y para conseguir así más sobre su posible retraso. Puede ser un gran psicólogo, pero la distancia que mantiene le impide ver realmente al objeto de su estudio, un niño de cinco años asustado porque está solo. Es cierto que puede saber mucho de psicología infantil, pero de nuevo le falta el tacto y la solicitud.Por último, se desarrolla una situación familiar en la que la madre le dice al niño que debe tocar el violín, de forma que es casi una obligación para ambos. El niño
percibe que su madre no tiene ninguna intención de compartir con él la música, no quiere ayudarle, estar con él mientras practica y por eso no presta atención ni pone interés. Ambos entran en un bucle en el que una cosa lleva a laotra y al final nunca llegan a un acuerdo porque no se ponen en el lugar del niño. Por el contrario, el autor describe la situación opuesta: un padre que comparte la afición por la música con su hijo, que toca con él, que le enseña, que comparte su dificultad y le anima. En ambos ejemplos tiene cabida la rutina, pero vista desde dos puntos de vista muy diferentes: rutina como carga y rutina comoarmonía.
Los tres ejemplos que nos presenta el autor sirven para enseñarnos que la pedagogía nos va a servir para diferenciar lo que es apropiado para los niños (también para los jóvenes) de forma activa y participativa, siendo parte del problema o la situación, siendo sensibles a lo que les sucede, lo que les atemoriza o entristece. Será la única forma de mejorar nuestro tacto con ellos.

*CAPÍTULO 2: COMPRENDER EL MUNDO DE POSIBILIDADES DEL NIÑO
El niño como espejo, el niño como maestro, el niño como protagonista. Es la clave de este capítulo. La relación entre educadores/padres y los niños vista desde una perspectiva dinámica, en el que ambos se enriquezcan con la presencia del otro y donde ninguno de ellos sea visto
como un ser pasivo. A diario intentamos comprender cómo se ve elmundo desde la altura de un niño, pero nos olvidamos que, además de enseñarle, debemos dejar que experimente, que crea y que actúe; y todo ello debemos hacerlo desde un punto de vista solidario, pensando que el protagonista es él, que lo realmente importante es que el niño vaya construyéndose a medida que crece, con nuestro apoyo y ayuda.
La idea es ser capaz de ver al niño como un maestro, comoun alud de posibilidades para hacernos mejores y más grandes, para reconocer nuevas posibilidades de desarrollo propio; partir de su educación para ampliar la nuestra, para cambiar nuestra forma de desarrollar la vida, de enfrentarnos al día a día, porque ahora no soy hay un yo, hay un nosotros, un nosotros en el que coexisten dos personas que han de complementarse y formarse mutuamente. Así, el...