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Pablo Neruda
El poeta y escritor Pablo Neruda, nació en Parral (Chile) el 12 de julio de 1904 y murió en Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1973. Este gran poeta chileno, fue llamado Ricardo Eliezer Neftalí Reyes Basalto, y era hijo de José del Carmen Reyes Morales, de profesión obrero ferroviario, y de la maestrade escuela, que lo dejó huérfano tan sólo un mes después de su nacimiento, Rosa Basalto Opazo. Solicitado legalmente, su nombre fue cambiado en el año 1946, por el de Pablo Neruda, pero ya había comenzado a usarlo en 1920, en homenaje al poeta checo Jan Neruda.
En 1906, su familia se radica a Temuco, ciudad en la cual realiza sus estudios, en el Liceo de Hombres, y es dónde el periódico regionalLa Mañana, imprime en sus páginas, el despertar literario de sus primeros versos. Habiendo obtenido, con su poema Nocturno ideal el tercer premio, en los juegos florales de Maule, en 1919, comienza un año después a contribuir con la revista literaria Selva Austral, ya bajo el seudónimo de Pablo Neruda. En esta época, su admirada compatriota Gabriela Mistral, lo inicia en el conocimiento denovelistas rusos.
Sus poemas
Soneto V. No te toque la noche ni el aire ni la aurora
No te toque la noche ni el aire ni la aurora,
Sólo la tierra, la virtud de los racimos,
Las manzanas que crecen oyendo el agua pura,
El barro y las resinas de tu país fragante.
Desde Quinchamalí donde hicieron tus ojos
Hasta tus pies creados para mí en la Frontera
Eres la greda oscura que conozco:
Entus caderas toco de nuevo todo el trigo.
Tal vez tú no sabías, araucana,
Que cuando antes de amarte me olvidé de tus besos
Mi corazón quedó recordando tu boca,
Y fui como un herido por las calles
Hasta que comprendí que había encontrado,
Amor, mi territorio de besos y volcanes.
Soneto VI. En los bosques, perdido, corté una rama oscura
En los bosques, perdido, corté una rama oscuraY a los labios, sediento, levanté su susurro:
Era tal vez la voz de la lluvia llorando,
Una campana rota o un corazón cortado.
Algo que desde tan lejos me parecía
Oculto gravemente, cubierto por la tierra,
Un grito ensordecido por inmensos otoños,
Por la entreabierta y húmeda tiniebla de las hojas.
Pero allí, despertando de los sueños del bosque,
La rama de avellano cantó bajo miboca
Y su errabundo olor trepó por mi criterio
Como si me buscaran de pronto las raíces
Que abandoné, la tierra perdida con mi infancia,
Y me detuve herido por el aroma errante.
Soneto VII. "Vendrás conmigo" —dije— sin que nadie supiera
"Vendrás conmigo" —dije— sin que nadie supiera
Dónde y cómo latía mi estado doloroso,
Y para mí no había clavel ni barcarola,
Nada sino una herida porel amor abierta.
Repetí: ven conmigo, como si me muriera,
Y nadie vio en mi boca la luna que sangraba,
Nadie vio aquella sangre que subía al silencio.
¡Oh amor ahora olvidemos la estrella con espinas!
Por eso cuando oí que tu voz repetía
"Vendrás conmigo" —fue como si desataras
Dolor, amor, la furia del vino encarcelado
Que desde su bodega sumergida subiera
Y otra vez en mi bocasentí un sabor de llama,
De sangre y de claveles, de piedra y quemadura.
Soneto VIII. Si no fuera porque tus ojos tienen color de luna
Si no fuera porque tus ojos tienen color de luna,
De día con arcilla, con trabajo, con fuego,
Y aprisionada tienes la agilidad del aire,
Si no fuera porque eres una semana de ámbar,
Si no fuera porque eres el momento amarillo
En que el otoñosube por las enredaderas
Y eres aún el pan que la luna fragante
Elabora paseando su harina por el cielo,
¡Oh, bien amada, yo no te amaría!
En tu abrazo yo abrazo lo que existe,
La arena, el tiempo, el árbol de la lluvia,
Y todo vive para que yo viva:
Sin ir tan lejos puedo verlo todo:
Veo en tu vida todo lo viviente.
Soneto IX. Al golpe de la ola contra la piedra indócil
Al golpe...
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