hola
Sin embargo hay que reconocer que nuestros países no tienen una realidad única, una identidad que se impone a todospor igual, sino que por el contrario, somosdiversos y ricos, tanto en cultura como en realidades. A veces el tratar de construir una identidad, una idea de lo que somos, debepartir de reconocer nuestras diferencias y coincidencias como unanoción del pasado histórico. No se debemos borrar ninguno de nuestros rostros, como el indígena, el negro o elespañol, ni se puede importar una imagen que no nos pertenece. Por el contrario la riquezacultural de América Latina se debe, no sólo a dicha diversidad, sino a que se dio una mezcla,un mestizaje cultural propiamente dicho, lo que no sucedió en el norte de nuestro continente.Entendiendo y aceptando esta rica diversidad cultural, y de manera paralela llevandoa cabo una revisión histórica, apartándonos de los mitos que, o nos condenan a la barbarie o nos redimen casi hasta lasantidad, podemos construir una visión de quiénes somos ycómo llegaremos a realizarnos de una manera más acertada.
Pienso que la filosofía latinoamericana está cercada por sistemas filosóficos ajenos,lo que genera una reacción dedefensa y una búsqueda afanosa de su esencia. Nuestra filosofía está en un proceso de liberarse de tutorías. Y al hacerlo nos definirá su propio espacio, sereencontrará con su ser.
Regístrate para leer el documento completo.