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Se suele afirmar, no sin razón, que el hombre es el mayor depredador de la naturaleza. “Es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir”, sostenía elescritor Mark Twain. También mata o destruye por placer. Y pese a las constantes advertencias en los últimos lustros, sigue contaminando el planeta. Se celebró ayer el Día Mundial del Medio Ambiente,instituido por la Asamblea General de las Organización de Naciones Unidas, con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente. Lafecha elegida fue en recuerdo al día en que se inauguró, en Estocolmo en 1972, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que llevó a la creación del Programa de las NacionesUnidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Una de las mayores preocupaciones de la ONU en materia ambiental es el cambio climático provocado directa o indirectamente por la actividad humana, quealtera la composición de la atmósfera global. Otro asunto no menos importante es el envenenamiento del aire. En marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud señaló en un informe que en 2012 alrededorde 7 millones de personas fallecieron -una de cada ocho del total de muertes en el mundo- como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. “Esta conclusión duplica con creces lasestimaciones anteriores y confirma que la contaminación atmosférica constituye en la actualidad, por sí sola, el riesgo ambiental para la salud más importante del mundo. Si se redujera la contaminaciónatmosférica podrían salvarse millones de vidas”, sostuvo la OMS.

Uno de los problemas crónicos de Tucumán es, sin duda, el ambiental. Al promediar la zafra, con la quema de cañaverales y pastizales,el cielo se puebla de un hollín permanente que no sólo ensucia la ropa, sino que provoca enfermedades respiratorias.

A pedido de la Justicia Federal, en 2011, la Cátedra de Toxicología de la...