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1º CUATRIMESTRE DE 2006
SEMANA 1: “LA REPÚBLICA OLIGÁRQUICA”
H. SÁBATO
“Pluralismo y Nación”
Con el fenómeno de la INMIGRACIÓN surge el problema CRISOL DE RAZAS O PLURALISMO CULTURAL. Esta cuestión tiene implicancias demográficas, políticas, económicas y sociales. En un principio la inmigración es vista como un fenómeno positivo que ayudará a laconstrucción de la identidad nacional; se fomenta la llegada de hombres cultos, trabajadores que permitan el desarrollo del país. En cuanto el proceso alcanza cifras grandilocuentes, la posición de la élite argentina cambiará por completo. Se adopta el modelo integracionista de “crisol de razas” según el cual para la constitución de la nación es necesaria la disolución de las identidades previas,originarias. Se ve a los inmigrantes como un foco que atenta contra el proceso de “argentinización”; se asimila todo aquello funcional al orden [en construcción], se rechaza todo aquello contrario a él.
Esta visión es claramente opuesta al modelo pluralista, que concibe a la sociedad como un mosaico heterogéneo, resultado de la articulación de los diversos grupos que la integran; se valora yrespeta la diferencia como aporte enriquecedor a la unidad social.
Ambas ópticas son excluyentes y optimistas: cada cual presenta el proceso en la forma deseable, minimizando conflictos y contradicciones. En una y en otra se trata de una manera de mirar el pasado e interpretarlo, pero también de mirar el presente y el futuro en función de un modelo de sociedad anhelado.
Es necesario pensar demanera diferente el proceso de formación de la nación, porque tanto el enfoque integracionista como el pluralista abordan la historia de ese proceso a partir de concepciones previas muy fuertes de cómo debe ser una nación, concepciones que remiten a supuestas esencias y actúan como referencias míticas. “¿Por qué no concebir entonces el proceso de incorporación de inmigrantes como parte del proceso másamplio, muy conflictivo y contradictorio, de formación de la sociedad nacional, caracterizado por una tensión permanente entre los mecanismos de preservación de solidaridades, identidades, instituciones étnicas y sectoriales previas, y aquellos que tendían a disolverlas y a forjar otras nuevas?” [Sábato: 5]. Con esta perspectiva, hay que preguntarse si existían fuerzas, mecanismos o procesos quefavorecían la disolución de las identidades originarias y que alimentaban la constitución de nuevas. Para ello, hay que mirar a la sociedad misma en su dinámica, pero también al Estado ya que desde allí se propusieron y pusieron en marcha mecanismos tendientes a promover, acelerar, incluso forjar ese proceso, con la convicción de que ese era el camino para moldear la nueva nacionalidad.
N.BOTANA
“El orden conservador”
Luego de finalizadas las guerras civiles, se plantea en el país la construcción de una unidad (política, social, étnica, económica). El RÉGIMEN OLIGÁRQUICO que desde 1880 se instala en el poder, deberá alcanzarla enfrentando tres problemas claves: la integridad territorial, la identidad nacional y la organización de un régimen político. Territorialmente, debendefinirse los límites internacionales e interprovinciales, incorporar al interior como un interés común y “limpiar” al país de vándalos y violentos (eliminación de indígenas – Campaña al Desierto – y caudillos). Se hace necesario que el poder político adquiera el monopolio de la violencia para subordinar al resto de los sectores e imponer el orden.
En cuanto a la identidad nacional, se federaliza aBuenos Aires y se prohíbe la formación de cuerpos militares provinciales.
La organización del régimen político remite a la consolidación del gobierno nacional por sobre los grupos civiles de gran poder y los gobiernos provinciales. Así, se desarrolla una política laica para limitar a la Iglesia (las funciones antes eclesiásticas quedan en manos gubernamentales: nacimientos, defunciones,...
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