Holas
Mi propia transformación
El Método Gabriel es un sistema,
nuevo y revolucionario, SIN DIETAS,
para ponerte en forma, haciendo que tu cuerpo
quiera estar delgado.
Recuerdo claramente el momento que cambió mi vida para siempre.
Fue en agosto de 2001. Pesaba 186 kilos. En los doce años
anteriores había engordado más de 90 kilos.
Acababa de tomar la salida de Paramus/RiverEdge, en la carretera
4, en Nueva Jersey. Mientras salía, una idea me golpeó
como si fuera un rayo: «Mi cuerpo quiere estar gordo y, mientras
quiera estar gordo, no hay nada que yo pueda hacer para
perder peso». Me metí en la calle lateral más cercana y me quedé
allí, sentado en el coche.
No pude pensar en nada más durante los siguiente veinte minutos.
A lo largo de los doce años en los queaumenté 90 kilos, lo
probé todo para perder peso, incluyendo todas las dietas habidas
y por haber, desde dietas bajas en grasas hasta dietas bajas en
Carbohidratos y todo lo que hay entre las dos. Pasé tiempo en el
Instituto Nathan Pritikin, de California y con el mismísimo doctor
Atkins, ahora fallecido, en Nueva York.
Me gasté más de tres mil dólares con el doctor Atkins y, al final,
Lomejor que hizo fue chillarme por estar tan gordo. También
Gasté pequeñas fortunas en todas las curas holísticas concebibles
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y todos los tratamientos alternativos para la salud disponibles.
No importaba lo que hiciera, mi cuerpo continuaba aumentando
de peso.
Todas las dietas o programas que emprendía seguían, exactamente,
el mismo modelo. Empezaban obligándome a contaralgo
—calorías, grasas, carbohidratos, sal, lo que fuera— y me daban
una lista de lo que no podía comer. Seguía la dieta al pie de la
letra. Por lo general, al principio, perdía peso rápidamente, pero
luego el ritmo de pérdida de peso empezaba a hacerse más lento.
Finalmente, dejaba de adelgazar por completo. Llegado a ese
punto, hacía dieta, no para perder peso sino simplemente para
mantenerel que ya tenía.
Durante todo el tiempo, mis ansias de la comida que no me
estaba permitida aumentaban. Desalentado y con el ánimo por los
suelos, había veces en que estaba demasiado agotado para seguir
luchando contra mis deseos y me daba una tremenda comilona.
Recuperaba en cuestión de días el peso que me había costado un
mes o más perder. Unas semanas después pesaba, invariablemente,entre cinco y siete kilos más que al empezar la dieta.
No importaba lo que hiciera para perder peso, mi cuerpo luchaba
contra mí con uñas y dientes, y al final siempre ganaba.
Después de años de darme de cabeza contra la pared y tratar de
obligarme a perder peso, tuve que admitir que, mientras mi cuerpo
quisiera estar gordo, no había nada que hacer.
A partir del momento en que me di cuenta deesto, renuncié
para siempre a hacer dieta. Decidí que, en lugar de obligarme a
perder peso contra la voluntad de mi cuerpo, intentaría averiguar
por qué mi cuerpo quería estar gordo.
Así que inicié la búsqueda de respuestas reales. Pasé horas
cada día aprendiendo todo lo que pude de bioquímica, nutrición,
neurobiología y psicología. En la década de 1980 asistí a
The Wharton School ofBusiness, en la Universidad de Pensilvania.
Mientras estaba en Wharton, empecé a interesarme mucho
Mi propia transformación 15
por la bioquímica e hice toda una serie de cursos de biología.
También hice un año de investigación sobre la síntesis del colesterol
con el doctor José Rabinowitz, en el hospital para Veteranos
de Filadelfia. Esto me dio una base lo bastante sólida en bioquímica
paracomprender todos los estudios actuales sobre la
obesidad.
Me leía veinte o treinta informes de investigación al día y, después
de haber leído varios cientos —tal vez un millar—, no tardé
en convertirme en experto en las más avanzadas investigaciones
sobre la química de la obesidad y la pérdida de peso. También
estudié meditación, hipnosis, programación neurolingüística,
psicolingüística,...
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