Holas
Es menos fácil conocer el modo de combatirlos. Lamentablemente, algunos programadores expertos tienen que perder el tiempo escribiendoprogramas que detectan los virus, que inmunizan, etc. (la analogía con la vacunación médica es muy estrecha, hasta en la inyección de una “corriente debilitadora” para el virus) […] (p. 329) Apelo a los hacedores de virus: ¿quieren realmente preparar el camino para una nueva profesión lucrativa? Si no, déjense de jugar con memes tontos y dén a sus modestos talentos de programadores un uso mejor.(p. 330)
7 He recibido un torrente predecible de cartas de las víctimas de la fe, protestando por mi crítica a ella. La fe es un lavador de cerebros tan exitoso, especialmente en el caso de los niños, que es difícil quebrar sus ataduras. ¿Qué es, después de todo, la fe? Es un estado de la mente que lleva a la gente a creer algo, no importa qué, en ausencia total de evidencia. Si hubiese buenaevidencia, la fe sería superflua, ya que la evidencia nos llevaría a creer, de todos modos. Esto es lo que hace al repetitivo argumento “la evolución misma es cuestión de fe” tan tonto. La gente no cree en la evolución porque arbitrariamente quiera creer en ella, sino por la abrumadora evidencia públicamente disponible.
Yo he dicho que el creyente cree “no importa qué”, lo que sugiere que la gentetiene fe en cosas totalmente necias, arbitrarias. […]
La fe no puede mover montañas (sin embargo, a varias generaciones de niños se les ha dicho solemnemente lo contrario, y se lo creen). Pero puede llevar a la gente a una locura tan peligrosa, que a mí me parece que la fe califica para enfermedad mental. Lleva a la gente a creer en cualquier cosa tan fuertemente que en casos extremos estápreparada para matar y para morir por ella, sin necesidad de mayor justificación. Keith Henson acuñó el nombre de “memeoides” para las “víctimas que han sido tomadas por un meme hasta el extremo de que su supervivencia se vuelve insignificante…Se puede ver mucha de esta gente en las noticias de lugares como Belfast o Beirut”. La fe es suficientemente poderosa como para inmunizar a la gente contratodas los llamados a la piedad, al perdón, a los sentimientos humanos decentes. (p. 330) Hasta los inmuniza contra el miedo, cuando creen honestamente que una muerte de mártir los lleva directo al cielo. Qué arma! La fe religiosa merece un capítulo por sí misma en los anales de la tecnología de guerra, al mismo nivel que el arco y la flecha, el caballo de guerra, el tanque, y la bomba de hidrógeno.(p. 331)
8 El tono optimista de mi conclusión ha provocado escepticismo entre los críticos que sintieron que era inconsistente con el resto del libro. En algunos casos, la crítica vino de sociobiólogos que siguen la doctrina, celosos protectores de la importancia de la influencia genética. En otros casos, de un barrio opuesto, paradójicamente, el de los altos prelados de la izquierda, celosos...
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