Holi

Me imagino que si tuviéramos que tomar caminos, sería todo más claro. De hecho, es más textual que eso… fíjate cuando caminas, quienes lo hacen y cómo lo hacen. No me pondré a divagar de si me parece un arte o no hacerlo, pero toda observación, por muy metafórica que sea, tiene de cierto un sin fin de cosas. Resulta que la mayoría, va por la vereda, unos pocos por la calle y otros menosesquivando árboles o arbustos que rara vez pillas en la capital. Es que cuando le das a alguien eso que pide, a gritos muchas veces, llamado libertad, ahí se quedan… Válgame la expresión, porque creo que inconscientemente no cambiamos, a pesar que de la boca para afuera lo pidamos. Dile a alguien que te saluda por la red social: “dime lo que me quieras decir” o el clásico “¿qué cuentas?” y la reacción escasi siempre la misma: “pero de qué po’?”. Como también ocurrió en un colegio donde la profesora les dijo: “caminen por la sala” y a los treinta segundos todos caminaban en la misma dirección dando círculos. Es que eso de que hablamos… eso que decimos… ¡Libertad!, ¡Diversidad!... es tan poco consecuente.

Me refiero a que como periodistas, somos entes cuestionadores de realidades, decisiones ypoderes, no dejamos pasar nada en búsqueda de la verdad. Aquí la primera dificultad, o las dos primeras más bien. No siempre es justa la verdad, que tan sensata sea esta, necesaria, publicable… ese es nuestro dilema ético.

Ahora planteo de buenas a primeras mi percepción: (porque creo que en el margen del uso de la palabra como método a través el cual podemos comunicar, es subjetivo, constructory puede ser verdad) que frente a cada dilema ético hay que adoptar una posición. Podrá sonar relativista, pero si nos regimos por un código deontológico, que nos predetermine, que nos encasille, que actúe como institución, estamos abnegándonos a dudar de nosotros mismos, nuestras concepciones y las ajenas. Hay que ser capaz de vivir esa real libertad informativa, ser ético sin encasillar algo encorrecto o incorrecto, no debemos seres morales, debemos crear nuestros propios valores a partir de nuestras relaciones con otros.

Critico por supuesto y no me parece menor, el carácter que le dan en los códigos de ética a la sociedad, como si esta fuera el sustento primordial, que moderno concepto… me parece mas bien que la labor y el oficio que deberíamos cumplir no menos idealista, pero simas natural a la condición del humano como ser natural y no como ser social, es la de comunicar. Esto para que el otro amplíe su concepción de realidad. No tiene que haber un código, no tiene que haber una escuela, hagamos las cosas por que las queremos, no porque las debemos. Así formularemos discursos capaces de cuestionar lo que vivimos, no seguir estimulando una sociedad en donde el valormonetario esta por sobre lo que mas debería importar.

La profesión del periodista está mal planteada hoy en día, creo que no está valorada. He oído muchos motivos que como estudiante me decepcionan. “Quiero ser periodista porque soy protector de la verdad”, “Quiero ser periodista para saberlo todo”, “Quiero comunicar”, pero, ¿que pasó?... Así como dijo Gabriel García Márquez: “¿qué prueba especial sele hace al estudiante de periodismo? ninguna, no son artistas”. Entonces, respondería Nietzsche que no producimos discursos con voluntad propia, somos seres objetivos. Me sorprende no darle en el clavo aún.

Podría decirlo fácil en el conflicto de día a día, podríamos todos hablar en lead y cambiar al mundo… que irónico. Que poco humilde también.

Tenemos que usar la instancia, ese es mireal postulado, prescindir de institución, experimentar, cuestionar, divagar retóricamente, no buscando conclusiones, tenemos que ser seres de incertidumbre, crearnos convicciones y destruirlas para ampliarlas en alteridad. Un constante crecimiento, una constante búsqueda romántica de la verdad en pos de la justicia. No es un idealismo, es más bien un llamado al origen, en donde la ética se...