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MARIANO RAJOY estuvo ayer a la altura de las muchas expectativas que había despertado sudiscurso en la Convención con la que el PPcatalán ha querido plantar cara al relato independentista dominante en Cataluña. El presidente del Gobierno desmontó, una por una, todas las falacias deldiscurso de Artur Mas con claridad, solvencia, autoridad y argumentos de peso. Rajoy comenzó replicando la tesis central de CiU y ERC -asumida por una parte importante de la sociedad catalana según lasencuestas- para exigir al Gobierno que les permita convocar el referéndum: No se puede prohibir la votación porque votar es un derecho democrático. «No bastan las urnas para que un acto seademocrático, la esencia de la democracia es el respeto a la ley», aseguró, poniendo ejemplos de cómo no se puede votar para restringir derechos.
La parte central de su intervención consistió en desarmar desdeel punto de vista jurídico y político el «derecho a decidir», expresión que el nacionalismo catalán usa para enmascarar el derecho de autodeterminación. «El futuro de España no se puede determinar enuna comunidad autónoma. Cada catalán, como cada valenciano, es copropietario de toda España, que es un bien indiviso. La autonomía no otorga la propiedad del territorio». Rajoy aclaró que sí esposible someter a referéndum «el futuro de España», pero votando todos los españoles porque «disponer de lo que pertenece a todos no está al alcance ni del Rey, ni del Gobierno, ni de nadie». Por tanto, yde forma contundente, el jefe del Ejecutivo reiteró que mientras él sea presidente «ni se celebrará el referéndum ilegal ni se fragmentará España».
Rajoy desarmó el victimismo de la consigna «Españanos roba» con datos contundentes, resaltando los créditos que Cataluña recibe del Fondo de Liquidez Autonómica -debido a que tiene cerrados los mercados- y los planes de pago a proveedores. El...
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