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Editorial

Hace 190 los peruanos alcanzaron su independencia por acción concertada de los que aquí vivían y de militares y soldados  que acompañando a José de San Martín vinieron deArgentina y de Chile, y que consolidarían los que con Bolívar, llegaron de Venezuela y Colombia. Largo ha sido el camino recorrido desde entonces, en el afán de alcanzar para la naciente repúblicalas dimensiones que tuvieron el incario e incluso el virreinato, cuando Cusco y Lima estuvieron convertidos  en el centro de Sudamérica.
En todos esos años, en algunas oportunidades conaciertos y en otras con los errores propios de una obra humana, se procuró alcanzar metas deseables para que el desarrollo y el crecimiento llegaran a todos los pueblos y se concretara un estadocapaz de lograr la administración de sus recursos naturales y humanos en favor de los que aquí vivían.
Nadie puede negar que en los últimos años hemos avanzado, y mucho en este trajín, pero nolo suficiente como para decir que ya somos una potencia similar a la que tuvieron nuestros antecesores.
Hay camino por hacer y cada renovación de un mandato presidencial implica una esperanzaque hoy renace con la asunción del presidente Ollanta Humala, quién jumenta hoy al cargo ante el Congreso.
Para muchos peruanos, el proceso electoral de este año ha tenido una significaciónmuy especial, por su polarización y por la estrechez de sus resultados, incluso en segunda vuelta.
Se cree que se avanzará en la inclusión, se perfeccionará formas para que más peruanos seanbeneficiados por un crecimiento económico que proviene, fundamentalmente de la explotación de riquezas naturales y del trabajo de los emprendedores nacionales y de los inversionistasextranjeros.
Hoy es pues, un día de esperanzas y de bien merecida atención colectiva a lo que pueda anunciar en su mensaje al país, quién fue elegido como gobernante para los siguientes 5 años.