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Una interminable fila de sillas, aproximadamente para dos mil feligreses, era realmente lo que resaltaba en ellugar, la cantidad de personas que fueron hicieron que la iglesia tomara un verdadero sentido. En frente de la puerta había un largo recorrido para llegar aun pequeño pedestal donde se pone el micrófono para que el predicador y el líder de la manada hablé y la gente lo alabe.
Perfecta iluminación, perfectosonido y gigantescas pantallas, conformaban el lugar, un espacio que costaría alrededor de cien millones, o tal vez más. Puede ser que así se veareflejado el famoso diezmo de su sueldo, que según los predicadores no es obligatorio.
El clima del lugar era bastante notorio y peculiar, el calor erainsoportable, tal vez era la multitud, pero más allá de eso la iglesia no tenía ventanas y el piso era un tapete, aún así a la gente no le importó, no les interesabasi hacía frío o calor, ni se percataban en que estaría ocurriendo afuera. Pues su mundo se encontraba en frente de ellos, su mundo era una persona quetenía en el bolsillo los corazones y los sueldos de cada fiel seguidor que día a día se encuentran en un espacio cubierto de más de cien millones de pesos.
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