Hombre, Cultura Y Moral

Hombre, cultura y moral.

HOMBRE, CULTURA Y MORAL
"En ningún otro periodo del conocimiento humano, el hombre se hizo tan problemático para sí mismo como en nuestros días. Disponemos de una antropología científica, otra filosófica y otra teológica que se ignoran entre sí. No poseemos, por consiguiente, una idea clara y consistente del hombre. la multiplicidad siempre creciente de cienciasparticulares ocupadas en el estudio del hombre ha contribuido más a enturbiar y oscurecer nuestro concepto del hombre que a esclarecerlo"
Max Scheler
¿QUÉ ES EL HOMBRE? UNA PREGUNTA COMPLEJA
La pregunta ontológica por el hombre ha sobrevolado toda esfera del conocimiento humano. Desde diferentes áreas y bajo distintas perspectivas se ha intentado responder a ella cayendo ingenua e irremediablementeen la trampa del reduccionismo. La mirada se sesga y el espectro explicativo e interpretativo parece empobrecerse cada vez que se desea, bajo la óptica de un saber único, encontrar también una respuesta única y definitiva a la cuestión. Por citar un ejemplo de lo anteriormente expuesto, tomemos el caso de Francis Crick, quien desde la neurobiología define al hombre y a lo humano como un rígidopaquete neuronal en actividad sináptica. Nos dice Crick: “…que “usted”, sus alegrías y penas, sus memorias y sus ambiciones, su sentido de la identidad personal y su libre albedrío no son de hecho más que la conducta de una vasta asamblea de células nerviosas y de las moléculas a ella asociadas”.[1]
Probablemente el lector encuentre claro que tal definición no es más que una muestra delreduccionismo y del determinismo salvaje al que se han abocado las neurociencias. Querer explicarlo todo en función de redes neuronales es una falacia tan atractiva como aberrante. Ahora bien, si eso es tan real, si el hombre no es más que un cúmulo de neuronas y de conexiones sinápticas entre ellas, ¿podríamos asegurar entonces que si tenemos un encéfalo humano (entendido este como la parte del sistemanervioso que está alojada en la cavidad craneal) en un frasco bajo condiciones especiales que logren su supervivencia activa, tendremos allí a un hombre? La reflexión nos induce a considerar ejemplos extremos como el anterior, que, aunque parece aberrante, nos permite visualizar bajo un espectro más amplio los límites de la hipótesis de Crick.
Para las neurociencias es claro que existe una implicacióndirecta, una relación causal, entre los eventos físico-químicos del encéfalo y nuestro comportamiento. La segregación de hormonas, los disparos neuronales, la actividad de los neurotransmisores comola Dopamina,la Norepinefrina,la Adrenalina, entre otros, en las redes de neuronas de la corteza, pueden explicar lo que sucede en mi cuerpo a la hora de concretar un acto. Pero decir que ello respondea la pregunta por el hombre, es caer en el más radical de los reduccionismos. Si bien es cierto que las investigaciones arrojan interesantes resultados que dan luces sobre los procesos mentales y de la conducta, por otro lado el tema no parece agotarse con las neurociencias.
Así pues, ¿qué es el hombre? es una pregunta que de entrada no puede ser respondida más que en la lógica de un intentoholista de unificación de criterios disciplinares para su abordaje y dilucidación. Ni la biología, ni la psicología, ni la sociología, ni ninguna otra ciencia, sea natural o humana, por separado y bajo estricta independencia, agota el problema. Sólo un verdadero trabajo transdisciplinar serio, podrá abrir la puerta que conduce a la luz de posibles y plausibles respuestas.
De este modo, siendoconscientes de la complejidad de la pregunta, y a pesar de orientar este trabajo transdisciplinarmente, éste no pretende ser de ninguna manera concluyente a la hora de exponer una noción de hombre y de su esencia cultural. Sólo desea dejar en la mente del lector, una visión alternativa sobre “el hombre”, “la cultura” y “la moral”, tres conceptos que suelen ser escurridizos e inaprehensibles en las...