Hombre. Naturaleza y libertad
“El hombre no es más que una caña, un junco, el más débil de la
naturaleza; pero es un junco que piensa. No hace falta que se arme el
universo entero para aplastarlo; un vapor, una gota de agua, basta para
matarlo. Pero aún cuando el universo lo aplastara, el hombre sería aún
más noble que el que lo mata, porque él sabe que muere, mientras que
de la ventajaque el universo tiene sobre él, el universo no sabe nada”
Blas Pascal, Pensamientos, nº 374
Quizás la certeza de nuestro acabamiento no es la que se hace más evidente en cada día de
nuestras vidas, sin embargo el no lograr plenamente lo que deseamos, anhelamos o amamos, es un modo
de enfrentarnos con nuestra finitud y limitaciones y una real tendencia natural a la infinitud y por qué no,
a lainmortalidad.
Es extraño, pero sólo una clara conciencia del fin, como meta en la carrera de la vida, da sentido al
camino a ser andado. Si sé que un día (no sé cuál ni cómo) ya no será posible recorrer las sendas de esta
tierra ¿Por qué no permitir que mis ojos y mi corazón se deslumbren ante los paisajes que se me
presenten? Sólo hay que saber mirar…
El hombre es un animal racional. Comoanimales poseemos las cualidades propias de la vida
sensitiva. Podemos conocer y desear bienes materiales satisfaciendo las necesidades fundamentales de la
vida, ya sea para la supervivencia personal como la de la especie. Pero sabemos que el horizonte de
nuestros deseos no se acaba en el mundo circundante, sino que se extiende más allá de lo perceptible y
querido por nuestra sensibilidad(vista, oído, gusto, tacto, olfato).
Es importante reconocer esta condición de “animalidad” que se expresa en la materialidad corporal
del hombre. Sabemos que lo corpóreo nos permite la comunicación con el mundo concreto, y es en la
unidad del alma y del cuerpo, de lo material y de lo espiritual que se consuma la existencia de cada uno
para nosotros mismos y para los demás.
Gran parte de la tareaética cotidiana consistirá en el encauzamiento de los impulsos e instintos bajo
el orden de la racionalidad. Esta racionalidad no hace referencia a un orden tiránico o despótico de una
razón separada de la integración de las capacidades humanas, sino que la racionalidad es la condición
humana que nos permite, a través de una interioridad reflexiva, la autodeterminación de una plena
unicidadpersonal.
Hablar de racionalidad es referirse a dos capacidades específicas de la naturaleza humana: la
inteligencia y la voluntad libre.
Así como decíamos que con los animales compartimos la posibilidad de conocer y desear los bienes
materiales, los que son necesarios, naturales y satisfactorios dentro de su campo de acción, la inteligencia
y la voluntad son propias y exclusivas del hombre.Con la inteligencia nos encaminamos a la búsqueda de la verdad, siempre. La inteligencia no tiene
otro objeto que conocer la verdad, para esto existe y en la verdad encuentra su descanso. Simplemente
diremos que la verdad en sí existe y es posible de ser conocida, de otro modo la inteligencia no tendría
hacia qué dirigirse y no alcanzaría su finalidad natural. De un modo semejante decimos lomismo acerca
de los sentidos: si no hubiese sonidos, ¿para qué el oído?; si no hubiese sabores, texturas, colores u olores
¿para qué el gusto, tacto, vista u olfato?
Cabe aclarar que la verdad de cada cosa es lo que la cosa es, su esencia, lo que la determina a ser
lo que es. Por esto es que para el hombre, conocerse a sí mismo es conocer la propia verdad de cada uno,
lo que uno es y de allíautodeterminarse a lo que se puede y a lo que se debe ser.
La inteligencia le muestra a la voluntad, potencia del querer y del amor, qué es lo mejor hacia lo
cual debe dirigirse. Una inteligencia bien habituada a la verdad ve la realidad, no la crea ni acomoda a
sus conveniencias de turno.
La voluntad entonces quiere o no quiere lo que la inteligencia le muestra como posibilidad de ser...
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