Hombre y cultura
La cultura en Freud es, a la vez, padre represor que padre amoroso. Por la cultura se experimentan sentimientos tan mutuamente excluyentes como poderosos, pues, si bien por un lado, como decía Kant, representa una coraza protectora delmundo y de la naturaleza agreste, por otro, es la gran represora de instintos. Freud la describe así:
Pues es forzoso reconocer la medida en que la cultura reposa sobre la renuncia a las satisfacciones instintuales: hasta qué punto su condición previa radica precisamente en la insatisfacción (¿por supresión, represión o algún otro proceso?) de instintos poderosos. Esta frustración cultural rigeel vasto dominio de las represiones sociales entre los seres humanos y ya sabemos que en ella reside la causa de la hostilidad opuesta a toda cultura (Freud, 1999, p. 90).
Freud toma forma un ideal de hombre ciertamente distinto de cualquier concepción filosófica, la incorporación de la ciencia y el estudio no del ser, sino del hombre en sí en su más profunda intimidad, vuelven alhombre-pensador como el sujeto-objeto de lo que está buscando. Es importante destacar que la formación académica de Freud es como médico psiquiatra y que hizo interesantes estudios fisiológicos sobre el funcionamiento del cerebro, así como de neurología. También ejerció como psiquiatra en el Hospital General de Viena en donde se centró en estudiar la neurosis, pero sobre todo, la histeria, cuestiones quefinalmente lo llevarían a desarrollar el psicoanálisis. De hecho, sobre la neurosis afirma:
Comprobose así que el ser humano cae en la neurosis porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura, deduciéndose de ello que sería posible reconquistar las perspectivas de ser feliz, eliminando o atenuando en grado sumo estas exigencias culturales(Freud, 1999,. 81).
Así pues, la neurosis, no es sino el resultado de una cultura francamente represora frente a un individuo naturalmente hedone-eudemonista.
Cultura, Moral y Ética El punto de partida de Freud es que el hombre tiene algunas inclinaciones tan naturales como necesarias. La primera de ellas es su agresividad, por eso dice a propósito de la frase “Amarás a tu prójimo como a timismo”, que considera francamente absurda, irrealizable y por ende, cargada con una dosis significativa de represión cultural:
La verdad oculta tras de todo esto, que negaríamos de buen grado, es la de que el hombre no es una criatura tierna y necesitada de amor; que sólo osaría defenderse si se le atacara, sino por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones instintivas también debe...
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