Hombre y Dios
El hombre en cuanto imagen y semejanza de Dios ha sido creado para amar, la vida humana es un don recibido para ser, a su vez dado. La vocación fundamental einnata de todo ser humano es el amor, mediante el cual se considera el bien del otro como propio, generando comunión entre las personas. El término amor, palabra ampliamente usaday abusada en la actualidad, abarca un amplio campo semántico. De sus diversos significados, la relación entre un hombre y una mujer es, probablemente, su prototipo universal. Elamor que deriva del encuentro del hombre y la mujer es un don de Dios, constituye una fuerza positiva orientada al crecimiento del hombre mediante la donación de sí mismo, fuente derealización y felicidad a la que estamos llamados, según nuestra propia vocación, es precisamente en esta donación donde se descubre y actualiza la propia bondad y se aprende elvalor del amor recíproco. La donación del hombre se lleva a cabo tanto en cuerpo como en espíritu expresando una concepción unitaria de la persona, lo femenino y lo masculino secomplementan adquiriendo plenitud cuando es esponsal, es aquel atributo esponsalicio de expresión de amor donde se verifica la donación y con ella el sentido mismo del ser y existirde cada persona.
El fin intrínseco de la sexualidad humana es el amor, tanto en su donación como en su acogida y adquiere calidad humana si se orienta y eleva en el amor. El amoren el matrimonio expresado en el don de sí, a través del cuerpo y la complementariedad, constituye una fuerza que hace crecer y enriquece a las personas alimentando lacivilización del amor. Si la sexualidad se abstiene de la donación el eje de la relación se vuelve hacia las cosas y no hacia las personas, quienes se vuelven objetos del placer de otros.
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