Homenaje Al Maestro
Páginas: 3 (715 palabras)
Publicado: 15 de abril de 2011
HOMENAJE AL MAESTRO
(Relato)
El río con la fuerza descomunal propia de la época de lluvias, avanzaba bronco y constante en busca de su destino final en el Mar de las Antillas. Las elaboradasfiligranas de troncos y tarullas se sucedían con la frecuencia de las cuentas de un rosario. En ellas se apreciaban insectos atrapados por la riada, pequeños lagartos, una que otra cría de culebra mapanáy hasta pequeños ratones de campo, entretenidos en degustar insectos sin importarles el camino de agua agreste en que se hallaban.
Allí en las orillas de la majestuosa Santa Cruz de Mompox unamirada vivaz se percataba de todo este escenario natural donde las aguas turbias del río Grande de la Magdalena tenían la palabra. El dueño de los ojos de lince, un jovencito imberbe y lleno de ilusiones,esperaba la llegada de la chalupa La Niña que, a la sazón se conocía, estaba por llegar para embarcar los cinco pasajeros, que a esa hora de la mañana se encontraban en el pequeño embarcadero, condestino a Magangué.
En su maleta, asegurada con una tira de dacrón turquí, viajaban sus escasa pertenencias que no eran más que dos pantalones de dril súper naval de color caqui, uno, y el otroblanco como la nieve, eso sí almidonados ambos por manos expertas, que era técnica de la abuela materna. Dos camisas manga larga, un frasco de Tricofero de Barry, un pequeño frasco con árnica y un sobre deleche de magnesia Phillips, por si acaso, le dijo su queridísima madre a la hora de cuadrar la maleta vieja. Pero además nuestro insigne jovenzuelo traía bien apretujados en su maleta descolorida, elcúmulo de sueños y energías que hasta hoy, 35 años después, le han acompañado luego de haberle permitido llegar a ser un reconocido, afamado, bastante apreciado y altamente considerado periodista.Alejandro Mieles Trespalacios, hijo querido de la hermosa Villa de Santa Cruz de Mompox, la tierra que al decir de muchos es estación celestial, ha podido con todos los retos que le ha planteado...
(Relato)
El río con la fuerza descomunal propia de la época de lluvias, avanzaba bronco y constante en busca de su destino final en el Mar de las Antillas. Las elaboradasfiligranas de troncos y tarullas se sucedían con la frecuencia de las cuentas de un rosario. En ellas se apreciaban insectos atrapados por la riada, pequeños lagartos, una que otra cría de culebra mapanáy hasta pequeños ratones de campo, entretenidos en degustar insectos sin importarles el camino de agua agreste en que se hallaban.
Allí en las orillas de la majestuosa Santa Cruz de Mompox unamirada vivaz se percataba de todo este escenario natural donde las aguas turbias del río Grande de la Magdalena tenían la palabra. El dueño de los ojos de lince, un jovencito imberbe y lleno de ilusiones,esperaba la llegada de la chalupa La Niña que, a la sazón se conocía, estaba por llegar para embarcar los cinco pasajeros, que a esa hora de la mañana se encontraban en el pequeño embarcadero, condestino a Magangué.
En su maleta, asegurada con una tira de dacrón turquí, viajaban sus escasa pertenencias que no eran más que dos pantalones de dril súper naval de color caqui, uno, y el otroblanco como la nieve, eso sí almidonados ambos por manos expertas, que era técnica de la abuela materna. Dos camisas manga larga, un frasco de Tricofero de Barry, un pequeño frasco con árnica y un sobre deleche de magnesia Phillips, por si acaso, le dijo su queridísima madre a la hora de cuadrar la maleta vieja. Pero además nuestro insigne jovenzuelo traía bien apretujados en su maleta descolorida, elcúmulo de sueños y energías que hasta hoy, 35 años después, le han acompañado luego de haberle permitido llegar a ser un reconocido, afamado, bastante apreciado y altamente considerado periodista.Alejandro Mieles Trespalacios, hijo querido de la hermosa Villa de Santa Cruz de Mompox, la tierra que al decir de muchos es estación celestial, ha podido con todos los retos que le ha planteado...
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