Hommbre ciudad y treeitorio
El hombre en cuestión, acudió a la prefectura de su parroquiaa sabiendas de la existencia del departamento de la mujer maltratada, en donde su vecina, había acudido a denunciar las continuas situaciones de violencia doméstica que se suscitaban en su hogar por la condición celópata de su marido quien la golpeaba de manera consuetudinaria.
El hombre, al no dar con el fulano departamento, el del hombre maltratado, se dirigió al departamento de la mujermaltratada. Ahí, fue atendido por una amable Trabajadora Social a quien le expuso su caso:
“Mi esposa, le comenta a la Trabajadora Social, todos los viernes arma un sanfarrancho porque llego más tarde de lo acostumbrado. Ella me recrimina por el hecho de llegar con unas cuantas cervecitas encima; no acepta y no entiende mi necesidad de compartir con mis panas. Como en verdad no le hago caso y no lacomplazco, ha llegado a agredirme físicamente; con bofetadas; escenas de celos; conminándome al abandono del hogar; arrojándome la ropa a la calle; todo esto, en presencia de mis hijos.” [sic]
Esta historia, que no es fábula; es la situación que muchos hombres en este país y en muchos otros también, viven y callan por “hombría”; esa hombría a veces mal entendida; en donde al parecer, laviolencia entre géneros humanos para la justicia es unidireccional; del hombre hacia la mujer y nunca en sentido contrario.
Un hombre víctima, hace frente a dos obstáculos: en primer lugar, demostrar su condición de víctima y en segundo lugar, debe asegurarse de proteger a sus niños para que estos no se conviertan en nuevas víctimas.
La mayoría de los hombres reaccionan permaneciendo en silencioante la agresión femenina. Este silencio es animado, a menudo, por factores tales como: el miedo al ridículo, a que la acción violenta de su mujer no sea verosímil y al temor a ser destruidos económicamente como consecuencia de la separación.
Está suficientemente demostrado, que cuando un hombre ha probado que él es la víctima, parece que la línea de conducta que le queda es salir del hogar;situación similar de ser él, el victimario.
Al igual que la mujer que culpa de sus hematomas a muchas puertas, los hombres víctimas de sus mujeres, no se atreven a decirle a ninguno de los miembros de su familia la situación por la que está pasando y da las explicaciones más increíbles de sus lesiones; incluso, cuando los atienden en hospitales o consultas privadas porque temen la humillación y elestigma; en especial, cuando la violencia es peligrosa para su vida.
En nuestra cultura latinoamericana, se acostumbra a calificar de “pendejo”, al hombre que se deja agredir por una mujer y en especial, sí de su compañera se trata.
Se sabe que, en situaciones como esta, hasta la propia familia del afectado interviene. Es común que la madre y hermanas del afectado, lleguen a tildar a suhijo o hermano, de “macho de la cabra” si este no responde ante la agresión de su mujer con agresión y la sienta de nalgas. [sic]
Empero, si un hombre responde con violencia ante la violencia de una mujer, él no se está defendiendo; él está agrediendo; caso contrario, si él agrede y ella responde con agresión, ella se está defendiendo; de tal forma, que en cualquiera de las dos situaciones, él semueve en el péndulo maldito y termina, cual malayo, denunciado en la prefectura de su parroquia, en el departamento de la mujer maltratada, que sí existe, y le aplican, la novísima ley de violencia contra la mujer.
Este artículo nace con motivo de un TV-FORO que se trasmitió en días pasados en Venezolana de Televisión. En ese programa, un panel de “expert@s” disertó sobre el tema de la...
Regístrate para leer el documento completo.