Homo ridens
P a u l i n a R i v e r o W e b e r
La risa es el antídoto para la melancolía. Al homo sapiens (el que piensa), al homo ludens (el que juega) de Huizinga o al homo faber (el que hace) de Max Frisch, Paulina Rivero Weber —autora de Se busca heroína, que reseñamos en este mismo número— nos ofrece ahora su complemento necesario: el hombre que ríe.Para Marcela, por su risa.
Es común considerar que existen ciertos “problemas filosóficos” en los que la filosofía siempre se detiene. Pero ésa es una verdad a medias, porque en realidad no existen “los” problemas filosóficos: cualquier problema, cualquier tema u objeto, es susceptible de ser analizado filosóficamente. Porque la filosofía es una cierta mirada, de la que surge un ciertodiscurso, con un cierto método en el sentido griego de meta (fin, meta) y odós (camino): un camino hacia una meta que expone el pensar. Pero de manera contraria a esta idea, a lo largo de la historia de la filosofía han existido temas y problemas que han quedado casi en el olvido por considerarse “poco filosóficos”. En su libro sobre María Zambrano, Greta Rivara hace hincapié en ello: la demanda de esafilósofa española radica en que muchos temas de fundamental importancia para la filosofía y para la vida fueron relegados por considerarse “poco filosóficos”. En esa especie de miopía filosófica, esos temas difíciles de abordar de manera sistemática encontraron refugio en la literatura filosófica y en la poesía. Y, sin embargo, pensadores hermeneutas como Nietzsche, Heidegger o Gadamer mostraránque en efecto se puede filosofar, y hacerlo bien, sobre cualquier cosa cuando se sabe hacerlo.
Entre esos temas casi olvidados por esa mala madre que ha sido la filosofía occidental, la risa tiene el primerísimo lugar. Los pocos filósofos que hablaron de ella durante los primeros dos milenios de la filosofía, lo hicieron casi siempre para infravalorarla, aunque la gran mayoría simplemente laignoraron. Y esto no deja de ser absurdo pues, como lo muestra Peter Berger en su obra sobre la risa, la historia de la filosofía occidental, que inicia con Tales de Mileto, comienza precisamente con el enfrentamiento entre el pensar y la risa: el pensar de Tales de Mileto y la risa de una esclava tracia. En efecto en Teeteto, el Sócrates platónico nos cuenta que:
Estando ocupado Tales en laastronomía y mirando a lo alto, cayó un día en un pozo, y que una sirvienta de Tracia, de espíritu despierto y burlón, se rió, diciendo que quería saber lo que pasaba en el cielo y se olvidaba de lo que tenía frente a sí y ante sus pies.
Berger se pregunta si existe algún motivo para que la sonriente sirvienta fuese originaria de Tracia. Su respuesta a esa pregunta, apenas intuida y pocodesarrollada en su texto, no podría ser más fundamental: para Platón, Tracia era la región donde se situaba el origen del culto al dios Dioniso, el dios de los instintos y de todos los aspectos no racionales del ser humano. De ahí que la clásica anécdota de Tales de Mileto contrapondría al proto-filósofo racional y al proto-cómico dionisiaco, a través de la imagen de la seriedad de Tales y la risa de laesclava tracia. Quedémonos con esta sugerencia, pues tendremos oportunidad de regresar a esta incisiva y nietzscheana intuición de Berger más adelante.
La risa.
Distingamos antes “lo cómico” de la facultad humana de percibirlo y de la risa en sí. La comedia es un género del teatro dramático que se fundamenta en lo cómico, pero una cosa es lo cómico y otra cosa es el sentido del humor, que es lacapacidad humana para percibir algo como cómico o gracioso. La risa es la expresión de esa capacidad e implica, y eso es lo que aquí quiero mostrar, un salto fuera de la cotidianidad provocado por aquello que se ha percibido como gracioso. Aquí me propongo reflexionar sobre las implicaciones existenciales de esa risa que provoca salir de la mirada cotidiana y facilita una perspectiva diferente...
Regístrate para leer el documento completo.