homosexualidad
a) La trágica realidad
La trágica verdad es que esta imagen romántica de “amor” homosexual contrasta con la realidad. Detrás delalegre barniz, el estilo de vida homosexual está lleno de violencia, infidelidad y trauma.Los hechos fríos y rudos prueban que el sentimentalismo erótico (y neurótico) entre personas del mismo sexo nada tiene del amor conyugal, que une a un hombre y a una mujer en el legítimo matrimonio tradicional contraído de acuerdo con el plan de Dios y la ley natural. Ninguna coreografía puede ocultar la verdad.b) Una “monogamia” indeseada
Si la homosexualidad quiere ser aceptada como normal, necesita parecerse con la heterosexualidad. Por esta razón, el Movimiento Homosexual crea el mito de la “monogamia” homosexual [1] en el cual las “parejas” estables guardan una “fidelidad” semejante a la del verdadero matrimonio.Sin embargo, una relación basada en un sentimiento y una tendencia desviados nopuede crear las condiciones para la fidelidad que se encuentran en el verdadero matrimonio monogámico. Las pocas parejas homosexuales que mantienen vínculos estables son excepcionales. Además, la estabilidad en el mundo homosexual no significa fidelidad.En realidad, el mito de la “monogamia” va en sentido contrario a la experiencia homosexual. En un estudio de jóvenes homosexuales holandeses, la Dra.Maria Xiridou, del Servicio Municipal de Salud de Amsterdam indicó que las relaciones duran una media de entre 1 y 1½ años. Ella también informó que cada homosexual tiene al mismo tiempo como promedio otras ocho parejas por año.[2]La activista lesbiana Brenda Schumacher afirma que “no todas las lesbianas están interesadas en la monogamia o en la monogamia sucesiva.” [3]El psicólogo Gerard van denAardweg afirma: “La intranquilidad homosexual no puede ser apaciguada, mucho menos teniendo una pareja, porque estas personas son impelidas por un insaciable deseo de una inalcanzable imagen fantasiosa.” [4]
c) Haciendo que el Marqués de Sade “parezca una enfermera de la Cruz Roja”
Marshall Kirk y Hunter Madsen afirman: “Los hombres homosexuales tienden a traer a su relación una serie deconceptos erróneos, neurosis y expectativas irreales, y sobrecargan sus amoríos más allá del punto en que pueden manejarlos.” [5]No podría ser de otro modo en una relación basada en una pasión antinatural y desordenada de la carne. Como San Pablo enseña: “Ahora la obra de la carne es obvia: inmoralidad, impureza, vida licenciosa, idolatría, brujería, odios, rivalidad, celos, explosiones de furia,actos de egoísmo, disensiones, discordias, ocasiones de envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes.” [6]Kirk y Madsen dan una cierta visión de cómo las palabras de San Pablo se aplican al mundo homosexual: “El bar homosexual es la arena de competencia sexual que saca a la luz todo lo que es más repugnante en la naturaleza humana. Allí, despojados de la apariencia de sabiduría y euforia, los...
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