Honestidad
Páginas: 3 (574 palabras)
Publicado: 1 de noviembre de 2012
Honestidad: Virtud o Defecto
Muy seguramente, el título que encabeza estas líneas pueda sonar bastante extraño para la mayoría de las personas que lo lean, e incluso para esa misma mayoríapodrá no tener sentido siquiera la posibilidad de que exista tal dicotomía.
Y es cierto. Al menos en teoría y según lo que Yo mismo desde pequeño aprendí por enseñanza y ejemplo en mi casa, en miescuela, en mi colegio y de mis propias experiencias, la honestidad siempre y en cualquier parte del mundo “ debería “ ser una virtud, una cualidad, una conducta digna de exaltar e imitar, y así lo sigocreyendo.
Sin embargo, y siempre con ocasión del recto ejercicio que he procurado en mi profesión como abogado, he tenido que ir descubriendo que de manera generalizada (y por supuesto hayexcepciones), muchas personas e incluso empresas y entidades han asumido que ser abogado es definitivamente incompatible con la práctica de la honestidad o que, en el mejor de los casos, el concepto dehonestidad es relativo e incluso negociable para los profesionales del derecho, dependiendo de quién y cómo remunere sus servicios o qué intereses representen. Innegablemente, tal presunción podrá tenerarraigo en el reiterado comportamiento de algunos colegas.
En mi vida profesional, ya han sido varias las ocasiones en las que he tenido que afrontar las réplicas de clientes, jefes, compañeros detrabajo, amigos y conocidos, cuando en situaciones muy específicas actuando como abogado al interpretar y/o aplicar la ley, he preferido ponerme del lado de la rectitud, la honestidad, la imparcialidady la justicia, antes que ser partícipe del atropello en contra de los legítimos derechos de otros. Desde luego, en casi todos esos casos, he pagado caro, pero sin remordimientos, las consecuencias demis decisiones. Aún sigo convencido de haber obrado correctamente.
Estas experiencias precisamente han sido las que me han llevado a concluir que, a veces, la honestidad se ha convertido en un...
Muy seguramente, el título que encabeza estas líneas pueda sonar bastante extraño para la mayoría de las personas que lo lean, e incluso para esa misma mayoríapodrá no tener sentido siquiera la posibilidad de que exista tal dicotomía.
Y es cierto. Al menos en teoría y según lo que Yo mismo desde pequeño aprendí por enseñanza y ejemplo en mi casa, en miescuela, en mi colegio y de mis propias experiencias, la honestidad siempre y en cualquier parte del mundo “ debería “ ser una virtud, una cualidad, una conducta digna de exaltar e imitar, y así lo sigocreyendo.
Sin embargo, y siempre con ocasión del recto ejercicio que he procurado en mi profesión como abogado, he tenido que ir descubriendo que de manera generalizada (y por supuesto hayexcepciones), muchas personas e incluso empresas y entidades han asumido que ser abogado es definitivamente incompatible con la práctica de la honestidad o que, en el mejor de los casos, el concepto dehonestidad es relativo e incluso negociable para los profesionales del derecho, dependiendo de quién y cómo remunere sus servicios o qué intereses representen. Innegablemente, tal presunción podrá tenerarraigo en el reiterado comportamiento de algunos colegas.
En mi vida profesional, ya han sido varias las ocasiones en las que he tenido que afrontar las réplicas de clientes, jefes, compañeros detrabajo, amigos y conocidos, cuando en situaciones muy específicas actuando como abogado al interpretar y/o aplicar la ley, he preferido ponerme del lado de la rectitud, la honestidad, la imparcialidady la justicia, antes que ser partícipe del atropello en contra de los legítimos derechos de otros. Desde luego, en casi todos esos casos, he pagado caro, pero sin remordimientos, las consecuencias demis decisiones. Aún sigo convencido de haber obrado correctamente.
Estas experiencias precisamente han sido las que me han llevado a concluir que, a veces, la honestidad se ha convertido en un...
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