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A su llegada a Esparta, en Lacedemonia, Paris fue recibido con gran hospitalidad por Menelao y Helena. No había permanecido muchos días allí aun, cuando el rey se vio obligado a ausentarse y partió,confiándole a su mujer la responsabilidad de agasajar a su noble invitado. Durante esta ausencia, Paris, urgido por Afrodita, cortejó a Helena con tanto éxito que ella consintió en fugarse con él yse dejó llevar triunfante a Troya.

"Desde el acogedor hogar de su esposo,
él la sedujo sobre la espuma del mar"

Coluthus.


La Guerra de Troya - Parte V El secuestro de HelenaMenelao, de regreso de Creta, descubrió la traición de su invitado y juró que no descansaría hasta recuperar a su desaparecida mujer y haber castigado a su seductor. Se enviaron apresuradamente mensajerosen todas direcciones, para convocar a los antiguos pretendientes de Helena y hacerles cumplir su juramento, y para comunicarles que se reunieran con Menelao en Aulis con hombres y armas. Todosacudieron con prontitud a su llamada excepto Odiseo, rey de Ítaca el cual, para consolarse a sí mismo de la negativa de Helena a su petición, se había casado con su prima Penélope y ahora no tenía más deseoque permanecer a su lado y admirar a su pequeño hijo Telémaco.

En presencia del mensajero Palamedes, Odiseo fingió estar loco, esperando de esa manera evitar el tedioso viaje hasta Troya; sinembargo, el mensajero no se dejó embaucar tan fácilmente, decidiendo averiguar la verdad con una estratagema. Consiguientemente, un día, cuando el rey se encontraba arando la orilla del mar con un buey yun caballo enjaezados juntos, y sembrando tan extrañas tierras con sal, Palamedes colocó al bebé Telémaco en el surco, directamente enfrente del arado, y observó cuán hábilmente giraba Odiseo su malavenido equipo para evitar dañar a su heredero. Esta acción bastó para convencer a Palamedes que el rey no había perdido su juicio, lo cual le permitió obligar a Odiseo a acudir a la llamada de...