Hora santa del mes de diciembre
Tema: Preparación para escuchar el llamado
Motivación inicial: Hoy es primer jueves de mes, y como todos los primeros jueves nos reunimos en torno al Santísimo Sacramento para pedir al Señor que mande obreros a la mies. Queremos prepararnos hoy para escuchar el llamado que Dios hace a cada uno de nosotros. Por eso comencemos nuestra oración en elnombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Exposición del Santísimo Sacramento: Recibamos la presencia de Jesús sacramentado cantando “Dios está aquí” (N° 166).
En un momento de silencio hagámonos conscientes de estar frente a Jesús, quien nos llama para servir a su Reino.
Meditación sobre un texto de San Agustín: San Agustín fue un hombre perseguido por Dios. El gransanto en su juventud no quería nada con la Iglesia Católica, pero poco a poco el Señor fue preparando el camino para su conversión. Escuchemos la narración que hace Agustín de una fase de esa preparación, como lo fue su encuentro con San Ambrosio:
Lectura de las Confesiones de San Agustín (Lib V. Cap XIV. N 1-2)
Se me envió a Milán, en donde me recibió tu obispo Ambrosio, renombrado entodo el orbe por sus óptimas cualidades. Era un piadoso siervo tuyo que administraba vigorosamente con su elocuencia la grosura de tu trigo, la alegría de tu óleo y la sobria ebriedad de tu vino. Sin que yo lo supiera me guiaba hacia él para que por su medio llegara yo, sabiéndolo ya, hasta Ti. Me acogió paternalmente ese hombre de Dios; y con un espíritu plenamente episcopal se felicitó de miviaje.
Y yo empecé a quererlo y a aceptarlo. Al principio no como a un doctor de la verdad, pues yo desesperaba de encontrarla en tu Iglesia, sino simplemente como a un hombre que era amable conmigo. Con mucha atención lo escuchaba en sus discursos al pueblo; no con la buena intención con que hubiera debido, sino para observar su elocuencia y ver si correspondía a su fama, si era mayor o menor de loque de él se decía. Yo lo escuchaba absorto, pero sin la menor curiosidad ni interés por el contenido de lo que predicaba. Me deleitaba la suavidad de su palabra, que era la de un hombre mucho más docto que Fausto (antiguo maestro maniqueo), aunque no tan ameno ni seductor en el modo de decir. Pero en cuanto al contenido de lo que el uno y el otro decían no había comparación posible: Faustoerraba con todas las falacias del maniqueísmo mientras que Ambrosio hablaba de la salvación de manera muy saludable. La salud, empero, está siempre lejos de los pecadores como lo era yo entonces; y sin embargo se acercaba a mí sin que yo lo supiera.
Algunas preguntas para este momento de meditación: ¿De qué persona o personas se ha valido Dios para llamarme a Él? ¿Cómo ha sido mi proceso deacercamiento al Señor? ¿Qué actitudes mías impiden que escuche claramente el llamado de Dios?
(Sigue un momento de silencio)
Damos gracias al Señor cantando “Háblame” (N° 448)
Salmo responsorial:
R: Tú, Señor, me sondeas y me conoces
Señor, tú me has examinado y me conoces;
sabes cuándo me acuesto y cuándo me levanto,
desde lejos te das cuenta de mis pensamientos;tú ves mi caminar y mi descanso,
te son familiares todos mis caminos;
no está todavía la palabra en mi lengua y ya, Señor,
tú la conoces por entero.
Tú me envuelves por detrás y por delante,
y tienes puesta tu mano sobre mí.
Tu sabiduría es un misterio para mí,
es tan sublime que no puedo comprenderla.
¿A dónde podría ir lejos de tu espíritu,
a dónde podría huir lejosde tu presencia?
Si subo hasta los cielos, allí te encuentras tú;
si bajo a los abismos, allí estás presente;
si vuelo hasta el origen de la aurora,
si me voy a lo último del mar,
también allí tu mano me retiene
y tu diestra me agarra.
Si digo: «Las tinieblas me envuelven
y la luz se ha hecho noche en torno a mí»,
tampoco las tinieblas son tinieblas para ti,
ante ti la...
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