Hormigas
DOSSIER Nº 5
Memoria
PRIMERA PARTE
Producidos en el marco del Programa “Jóvenes y Memoria. Recordamos para el futuro”
LA EDUCACIÓN DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR
Coordinadora de la colección: Sandra Raggio Textos: Martín Legarralde Materiales y actividades: Samanta Salvatori, Diego Díaz, María Elena Saraví y Sandra Raggio Foto de tapa: Marcelo Brodsky. BuenaMemoria. (Original: color)
Introducción
La última dictadura militar produjo huellas profundas en el sistema educativo. A pesar de no haber desarrollado un proyecto educativo sistemático y orgánico, su impacto en la vida cotidiana de las instituciones, y en el funcionamiento regular del sistema educativo es innegable. En este trabajo presentaremos algunas de las políticas educativas puestas enmarcha durante el período 1976 – 1983. Como denominador común, estas políticas persiguieron ejercer un control pleno sobre los actores y las instituciones. Este control fue ideológico, pero también fue un control del comportamiento y de las relaciones cotidianas entre los actores escolares. Por otra parte, estas políticas se articularon con elementos que ya se encontraban presentes en el dispositivoescolar construido durante un siglo. El ejercicio arbitrario de la autoridad, la vigilancia sobre el comportamiento y el pensamiento de alumnos y docentes, la ritualización y la burocratización de la enseñanza, fueron algunos de los elementos que la dictadura enfatizó en las escuelas pero que ya formaba parte de muchas de ellas. Comprender este fenómeno nos debería permitir abrir interrogantes sobrecuáles son los aspectos de ese dispositivo escolar que aún persisten en la vida cotidiana de las escuelas.
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Memoria en las aulas
El control sobre el sistema educativo
Una de las preocupaciones iniciales del gobierno militar en materia educativa fue ejercer un control pleno sobre el sistema educativo. Dos días después del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, el delegado militarante el Ministerio de Cultura y Educación, Contraalmirante César Guzzetti, designaba delegados militares en todas las direcciones nacionales y generales del ministerio1. Esta resolución revelaba la preocupación inmediata de la Junta Militar por tomar el control del aparato burocrático educativo. La nómina de designaciones indica que no se trató de una ocupación estratégica de algunas áreasrelacionadas con la gestión de las escuelas o las universidades, sino de un inmediato copamiento con miembros de las fuerzas armadas de la totalidad de las dependencias del Ministerio, desde las áreas de administración y personal, hasta las de educación del adulto o educación física. El sistema educativo representaba uno de los cuerpos más numerosos de la administración pública nacional. Además, en los añosanteriores al golpe, las instituciones educativas habían sido escenario de procesos de radicalización política, creciente presencia sindical y habían experimentado distintas iniciativas de apertura de la participación de los actores escolares2. Concurrentemente con este control ejercido sobre la estructura burocrática del sistema, la vida cotidiana de las escuelas sufrió el impacto de larepresión, los secuestros y desapariciones, desde el inicio mismo de la dictadura3. En alguna medida, estas políticas represivas, al menos en la dimensión específicamente pedagógica, registran ciertas continuidades respecto de gestiones educativas inmediatamente anteriores. a la de la dictadura. El ministro Ivanisevich había iniciado ya la persecución de docentes y el control ideológico sobre el cotidianoescolar . La dictadura impuso, de todos modos, un salto cualitativo al constituir estos elementos en el centro de su intervención en el sistema educativo. Más allá de este copamiento integral de la estructura del sistema, durante el período 1976 – 1983, la cartera educativa
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fue una de las que experimentó una mayor rotación de ministros. Ricardo Bruera, Juan...
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