Horstein

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Introducción


A lo largo de los años y de los años de consultorio quise para mí un psicoanálisis contemporáneo. Con mis fuerzas, y apoyado en maestros y colegas, fui compartiendo mi experiencia
teórico-clínica en conferencias, seminarios, artículos y libros. Pero sobre todo, la fui poniendo
a prueba en la clínica, que es mi trabajo de todos los días.
Por momentos prediqué. Unpsicoanálisis contemporáneo no podía tener una única autoría. No
sin ingenuidad, invite a mis colegas a sincerar su práctica, evitando esa disociación por la cual
hacemos una cosa y decimos otra. Por supuesto, respeto y disfruto que digamos distinto porque
hacemos distinto.
Por momentos denuncié. No pude callarme cuando veía a mis colegas, sobre todo los más jóvenes, yendo “al Polo con ropas deverano”1 ropas a veces elegantes pero siempre inapropiadas.
Dije que la Argentina era distinta, y que la práctica es distinta en la Argentina. Dije que cada
coyuntura sociocultural exigía otros compromisos psicoanalíticos2.
Traté de no agregar complejidad literaria a ideas de por sí complejas. Pero también intenté un
estilo más llano para que me leyeran aquellos en los que se juega el futuro denuestra praxis, es
decir, las nuevas camadas. ¿Qué lecturas les ofrecemos a los que recién empiezan? Seudolalias
muy bien armadas. Oportunismos varios. Autores que cambian para que nada cambie. Autores
que hablan siempre de lo mismo, aunque el público ralee. Me gusta la imagen del Polo. Algo se
está enfriando, apático. Algo tiene el brillo frío del dogma apasionado.
Es una media verdad que elpsicoanálisis se define por lo que no es psicoanálisis, y lo psicoanalizable por lo no psicoanalizable. Es una afirmación que niega el movimiento y tiende al
inmovilismo. El psicoanálisis se mueve y el psicoanálisis es movido. Mueve sus bordes y esos
bordes lo mueven. Entonces no queda otra que pensarlos, pensarlos como fundantes y como
discutibles, y convertirlos en ámbitos de producción.
Quiero en estaintroducción darle al lector un anticipo de los temas, de las insistencias. Muchas
veces se encontrará con la expresión “sistema abierto”, ya empleada en libros anteriores. Pero
más que en la noción de “sistema abierto”, más que en su definición, confío en haber producido
un sistema abierto y en que el lector me lea con su sistema abierto. Voy (y vamos) en procura
de algo más, ya que la ciencia esuna construcción colectiva.

1 “Cuando lanza a los jóvenes en medio de la vida con una orientación psicológica tan incorrecta, la educación se comporta
como si se dotara a los miembros de una expedición al polo de ropas de verano y mapas de los lagos de Italia septentrional”.
(Freud, 1930)
2 Algunos capítulos fueron, en su primera versión, charlas en Brasil, Uruguay y Perú. En esos intercambiosentendí que en toda
Latinoamérica las demandas terapéuticas y, en consecuencia, la práctica psicoanalítica se está transformando.

Intersubjetividad y clínica | introducción

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Abierto a lo intersubjetivo. El sujeto está abierto a su historia, no sólo en el pasado sino en la
actualidad. No tiene un destino sino que recrea lo que de afuera le llega. En lenguaje contemporáneo,el psiquismo está entre la redundancia y la imprevisibilidad, entre la repetición y la
libertad. Como dice Atlan, entre el cristal y el humo. Un sistema abierto a las otras subjetividades y a un futuro instituyente precisamente porque no está instituido. Un hueso duro de roer. Ya
no la papilla de lo preconcebido. Y entonces estamos condenados a volver a pensar. Y a menudo
pensar por primera vez.Hubo en la Argentina, entre muchas Edades de Oro, una para el psicoanálisis. No siento por
ella ninguna nostalgia. Me nutro, en cambio, en el “espléndido aislamiento” de Freud, que por
cierto no era una mesa reservada en un restaurante de lujo. Los psicoanalistas, como el salmón,
nadamos contra la corriente de los consensos institucionales.
Los músculos o están crispados o están flojos. Algunos...