Hotel de inmigrantes

Y esa historia social, cercana, individual cobra sentido. A continuación recordaremos cómo llegaron nuestros padres, abuelos o bisabuelos a estas tierras…

Cuando llegaban para “Hacer la América”Abandonaban sus países escapando de la guerra o de la pobreza, -o de las amenazas de ambas-. Dejaban sus tierras de origen, esas que por sobre todas las cosas son capaces de brindar seguridad yhacerlo a uno sentirse parte, para animarse a probar suerte en un destino bastante lejano. Se despedían de sus familiares y amigos con las manos agitadas en lo alto, junto a la añoranza de “hacer laAmérica” y traer pronto a los suyos; pero con la certeza de que esa no era una promesa fácil de cumplir.
Fines de siglo XIX. Comienzos de siglo XX. Los barcos a vapor zarpaban de las costas europeas conel rumbo fijo en nuestro antiguo puerto de Buenos Aires.
Llegaban a la Argentina cargados de expectativas, con las ilusiones colmadas de que aquí hallarían satisfacciones, y con valijas y baúles queacumulaban pocas pertenencias y muchísimos deseos. La nuestra era una especie de tierra prometida para aquellos que no se habían podido establecer con decencia y dignidad en sus países y que queríansuperarse y progresar.
Desde nuestra primerísima Constitución Nacional se evidenció la política del estado argentino: todo habitante de este territorio tiene los mismos derechos y obligaciones, todospueden trabajar, tener acceso a los servicios de salud y educación, circular libremente, practicar sus cultos… En el viejo continente se publicaban anuncios que invitaban a inmigrar: se vendían a muybajo costo terrenos en el interior del país o se prometían puestos de trabajo bastante alentadores. La ecuación era sencilla: en Europa sobraba gente y aquí necesitábamos poblar…
Llegaban en barcosdespués de agotadoras jornadas interminables en condiciones paupérrimas de hacinamiento y mala alimentación. Muchos no tenían quién los recibiera, y algunos se desayunaban al arribar que algunas de...