hoy en dia
El lector atento y experimentado, habrá observado que esta conducta es digna de la era industrial y de aquellasempresas donde actualmente la producción depende de los movimientos físico-mecánicos del empleado; desde accionar automatismos, manejar máquinas, manipular productos que van por una cinta de transporte hasta cualquier otra acción sin la cual la producción se para o ralentiza. Siendo “solamente” necesario el hábito de la acción física, sin necesidad de tener una alta cualificación (y sin quitar,por supuesto, ningún merito a este tipo de trabajo).
Sin embargo, cuando el motor de la productividad es el intelecto, la mente de los empleados, como ocurre en cualquier empresa de servicios, en especial donde la alta cualificación es necesaria, entonces se invierten los resultados. Es decir, la gestión de las personas con mano dura, con frialdad, “tensando las cuerdas”, va minando poco a poco laproductividad de la empresa, produciendo así el efecto contrario al que buscábamos. Y precisamente por esto, porque la erosión del rendimiento se produce muy lentamente, nadie o casi nadie se da cuenta hasta que es demasiado tarde. Es lo que se puede llamar “El síndrome de la rana hervida”, que explica muy bien Javier Megías (refiriéndose a otras estrategias empresariales destinadas también aléxito en los resultados).
La nueva realidad
Si además, a este modelo de empresa donde prima la intelectualidad y el talento de su gente, unimos la nueva realidad económica, social y laboral en la que nos encontramos, la principal vía de salida es la creatividad, la innovación, la mejora de la calidad del trabajo realizado, la motivación para seguir esforzándonos y no dejarse llevar por las noticiasnegativas que nos bombardean a diario. Y lo siento mucho por los escépticos, pero este tipo de esfuerzo intelectual o mental, solo se consigue desde un clima positivo en la empresa, un ambiente agradable, quizá tenso por los problemas y preocupaciones que cada uno lleva con sigo mismo en su interior, pero atenuado por la calidad del ambiente en la empresa, en el departamento, en cada sala a laque se accede, en cada conversación que se mantiene. Claro, esto no es tan difícil de llevar a la práctica, podría decir alguien con cierto sentido común.
Lo que ocurre, aparte de que el sentido común suele ser el menos común de los sentidos, es que actuar con esa “claridad emocional” cuando las cosas van mal, cuando las ventas han bajado considerablemente, cuando los cobros se demoran más de losaludable financieramente, cuando los proyectos ven reducida su rentabilidad, ya no es tan fácil. Se pierden los nervios, las formas, vienen los “apretones de tuerca” en el momento o en el lugar equivocado, etc. Es cuando precisamente las Soft Skills son requeridas y necesarias para insuflar energía positiva al equipo, a aquellas personas con predisposición al desánimo, a aquellos empleados que...
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