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El cuento El guardagujas de Arreola contiene en esencia una muy simple anécdota: un hombre, forastero él, llega a una estación desierta ubicada en ningún lugar y espera, con prisa, tomar un tren parallegar a T al día siguiente. En la espera topa con un anciano, quien resultara ser un guardagujas jubilado, a quien le pide informes acerca de la llegada del tren; éste le contesta, como si fuera lomás normal: “Se ve que usted ignora las cosas por completo. Lo que debe hacer ahora mismo es buscar alojamiento en la fonda para viajeros”, el forastero repite que necesita tomar el tren y es entoncesque se nos invita a perdernos en una narración que contiene mucho de Kafka, mucho de locura, mucho de cotidiano y mucho de absurdo.
El cuento se estructura en un dialogo de pregunta-respuesta. Sinembargo, las preguntas son bastantes concretas, apenas exigen un sí o un no; preguntas cotidianas que buscan conseguir información cotidiana. Las respuestas son las que construyen el cuento, son lasque nos arrancan de nuestro entorno conocido y nos roba una sonrisa incrédula ante lo narrado. No es posible, no existe nos decimos; y sin embargo nos es familiar. Nos es cercano, nos es mexicano, y porqué no, nos es latinoamericano. Percibimos la metáfora, la burla a un sistema muy propio: la modernidad tan brutalmente instaurada en el período cardenista es mordazmente criticada por Arreola.
Lamodernidad, desde un punto de vista bastante optimista, es vista por Marshall Berman como

"Una forma de experiencia vital –la experiencia del tiempo y el espacio, de uno mismo y de los demás, de lasposibilidades y de los peligros de la vida- que comparten hoy los hombres y mujeres de todo el mundo de hoy. Llamaré a este conjunto de experiencias la “modernidad”. Ser modernos es encontrarnos enun entorno que nos promete aventuras, poder, alegría, crecimiento, transformación de nosotros y del mundo y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos, todo...