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Prólogo

Erase una vez yo



Bueno, como todas las historias buenas o malas, supongo que debería comenzar la mía con un glorioso:

¡ERASE UNA VEZ!...


O tal vez con uno más adecuado a mi situación:

Erase una vez...

O quizás esta historia realmente no necesita presentación porque ni yo misma sé cómo termina, solamente les puedo contar cómo comenzó todo y fue así:

-¡Dios,tengo un hambre tremenda, Blaire!- se quejó Kristin, a mi lado.

No le contesté y seguí actualizando mi perfil de Facebook en mi móvil. Ni falta me hacía contestarle, Kristin siempre tenía hambre ¡y nunca engordaba! Ella era algo así como una vaca frustrada o lo que sea.

-¡Oye! Por lo menos podrías fingir que me estás prestando atención.

Levanté la cabeza y le dirigí una fugaz miradasarcástica.

-Lo siento, pero es difícil saber si esperas mi respuesta o la de Dios.

Kristin es mi hermana mayor y... como verán, ambas no nos llevamos muy bien, pero no es por ningún trauma infantil con muñecas ni porque alguna le quitó el novio a la otra... es algo mucho más simple que eso: Es así simplemente. No hay explicación a excepción de que Kristin y yo somos algo así como el agua y el aceitey porque a ella de vez en cuando le encantaba fingir que era mi madre aunque sólo se acababa de graduar de la universidad y yo estaba en el último año del instituto.

-Bueno, ¿qué te parece, Blaire- remarcó mi nombre, haciéndome poner lo ojos en blanco.-, si en vez de responder, te vas a una mesa de por allá y esperas a que yo llegue con mi comida?

Sabía que eso no era una pregunta, era másbien como una orden disfrazada que no admitía ningún tipo de negativa. Así pues, agité mi mano hacia ella como señal de que la había oído y, con la vista firmemente clavada en mi teléfono, caminé hasta una de las mesas vacías que momentos antes había podido detectar.

Al cabo de unos minutos, me aburrí de estar utilizando mi móvil como un escudo contra alguien que estaba a más de veinte metrosen una fila más larga que una jirafa, por lo que lo dejé a un lado y paseé mi mirada a lo largo de la feria de comida. Sólo divisé algunas parejas de novios y grupos de amigos charlando animadamente en cada una de sus mesas... aunque estaba segura de que si miraba al otro lado, los arcoiris se volverían negros porque de seguro que había mucha gente malhumorada (como mi hermana) quejándose por eltamaño de las colas que tenían que hacer para comprar un plato de comida.

Aburrida, comencé a tamborilear sobre la mesa con mis uñas, intentando seguir un ritmo que recién había inventado y me entretuve con eso mientras esperaba y repasaba con la mente a todos mis amores platónicos literarios.

Daemon Black

Daniel Grigori

Damen Espósito

Jason Black

Patch Cipriano...

Y en esemomento, como traído por los Dioses, la perfecta réplica de mi ángel caído favorito (o sea Patch), apareció caminando justo delante de mis narices. Era de esos chicos a los que provocaba silbar cada vez que pasaban por tu lado: Moreno, con el cabello negro corto. Llevaba puestos unos vaqueros oscuros y una chaqueta de cuero negra que cubría lo que seguro eran unos perfectos bíceps. Él pasó de largo,sin siquiera inmutarse por mi presencia mientras yo lo observaba alejarse.

Aturdida, giré la cabeza hacia el lugar en el que se encontraba mi hermana y cuando volví la mirada hacia el otro lado, ya no habia ni rastro de Patch2.

Haciendo un frustrado mohín, volví a mi posición original, esperando a que él apareciera de nuevo... aunque en mi fuero interno sabía que no iba a ser así.

Alcabo de unos minutos más de aburrimiento, Kristin regresó con su enorme bandeja de comida y se sentó justo frente a mí.

-¿Y bien? ¿Qué tal todo?- preguntó después de unos minutos sin decir nada.

La fulminé con la mirada, mi hermana podía ser una verdadera molestia cuando quería entablar una conversación decente porque nunca sabía qué decir.

-Bien. Pero creo que necesito volver a casa a...