Huerta presidemnte

Presidencia de Adolfo de la Huerta

Política interna

Adolfo de la Huerta fue presidente sustituto desde el 1 de junio hasta el 30 de no¬viembre de 1920, y durante esos seis meses se propuso como tareas fundamentales reorganizar el gobierno, lograr la paz interna y convocar a elecciones generales para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo. De la Huerta adoptó una actitud concilia¬dorahacia los grupos disidentes y reconoció la fuerza militar de quienes lo apoya¬ron. La formación de su gabinete fue una muestra de esa intención, ya que estuvo integrada por algunos representantes de grupos revolucionarios.3

Pacificación

La pacificación del país significó en primer lugar la eliminación de los jefes militares partidarios de Carranza, sobre todo los más destacados como PabloGonzález, Cán¬dido Aguilar y Manuel Diéguez —que fueron relevados de su mando y enviados al exilio— y la incorporación de sus tropas al ejército federal controlado ahora por los sonorenses.
El siguiente paso fue buscar la reconciliación con zapatistas y villistas; en cuan¬to a los primeros, gracias a su oportuna adhesión al Plan de Agua Prieta, se les per¬mitió el acceso al poder, y el EjércitoLibertador del Sur fue incorporado al ejército federal en calidad de División del Sur.4 En cambio, la desmovilización de las tropas villistas y la rehabilitación del propio Villa planteó problemas mayores, pues aún persistían en Chihuahua enfrentamientos esporádicos entre las tropas federales y las fuerzas villistas. A pesar de que había quienes proponían medidas militares para eli¬minar a Villa, Dela Huerta logró imponer una solución negociada, que consistía en que las unidades villistas fueran disueltas a cambio de la promesa del gobierno de otorgar un reparto de tierras a los soldados veteranos, en tanto que a Villa se le ofre¬cía una hacienda en Durango donde tendría la oportunidad de incorporarse a la vi¬da civil como terrateniente. Tras varias negociaciones Villa aceptó, y el 28 dejulio firmaba el acta de rendición; un mes después se estableció en la hacienda de Canuti¬llo, "donde iría a vivir en los años siguientes, en su colonia agrícola, con un grupo de sus dorados".5
En el caso de los contrarrevolucionarios, Peláez declaró que no estaba en contra de la Constitución de 1917, sino que se había levantado en armas por los ataques de los carrancistas a las garantíasindividuales y a la propiedad. Con Félix Díaz el go¬bierno no estaba dispuesto a celebrar trato alguno, por lo que se le presionó hasta que no tuvo más remedio que partir al exilio. De esta manera, la contrarrevolución había sido conjurada.
La pacificación se iba logrando, a pesar de varias rebeliones y conflictos en varios estados de la República —Baja California, Chia-pas, Jalisco, Michoacán, Veracruz yYucatán—, la mayoría de los cua¬les se debía a descontentos personales de algunos caciques. La tendencia general de la política durante la breve presidencia dela¬huertista fue lograr la unificación de los revolucionarios en torno al grupo sonorense que acababa de conquistar el poder.
La relación con obreros y campesinos
A pesar del interés del gobierno por demostrar a obreros y campesi¬nos, quesu actitud hacia ellos sería sustancialmente diferente a la de Carranza, las relaciones no fueron del todo cordiales y hubo momen¬tos de tensión, más con los obreros que con los campesinos. Esto se debía tanto a la capacidad de expresión del primer grupo frente al si-lencio tradicional del segundo, como a los compromisos contraídos por De la Huerta con los zapatistas e incluso con los villistas.Hubo movimientos huelguísticos por demandas salaríales, que tenían como base ideológica el marxismo y en los que se manifestaba expresamente la inñuencia de la revolución bolchevique. El radicalismo obrero provocó el temor de los empresarios, pero el presidente provi¬sional no pudo lograr la armonía en las relaciones obrero-patronales.

La elección presidencial

Después de que entregó el mando...