HUESOS DE LAGARTIJA
Federico Navarrete
Por Betzabe Jiménez Alfonso
Este texto nos narra la remembranza de un México antiguo, un México de batallas y derrotas, un México dedolor y sufrimiento, un México prehispánico, radiante e incomprendido, un mundo completamente nuevo para un “hombre” de corta edad.
La memoria de Tenochtitlan trae consigo aun pequeño de nombre, Cuetzpalómitl, un joven audaz, valiente y con gran vigor que conoció a su mayor enemigo: la guerra, pero su mayor pesadilla no solo era la guerra, si noaquellos que atacaron por sorpresa, a mansalva, como viles ladrones y asesinos corrompiendo todo a su alrededor los españoles.
Cuetzpalómitl vivió el periodo de la conquistaalejado de su familia, recordando día a día la misma frase que sonaba en su cabeza y escuchaba la voz de su hermano repitiéndola una y otra vez “es mejor morir en el combateque humillarse sirviendo a estos desconocidos” él pensaba que tal vez los dioses eran enemigos, pues lo habían dejado abandonado viviendo como una lagartija siendo resistenteante todo soportando sus vivencias.
Cada tarde, noche y mañana Cuetzpalómitl temía que Huitzilopochtli, su más grande dios, los dejara solos como había hecho Quetzalcóatl sefue y jamás volvió, con ansias lo habían esperado, lo único que regreso fue ese brío de incertidumbre que permaneció durante mucho tiempo antes y después de la guerra.
Esimpresionante como Federico Navarrete narra la historia a través de la voz de niño con cierto aire de nostalgia recordándonos y compartiéndonos esa época en donde nosotros éramosun una intriga, “un nuevo mundo” para los demás, logrando congelar el espíritu y la esencia del antaño que a su vez refleja una gran ambiente de cultura y sociedad.
Regístrate para leer el documento completo.