Hugo mujica
02-11-2009 | Esteban Ierardo, Hugo Mujica, Mística, Poesía
El diálogo entre Hugo Mujica y Esteban Ierardo.
La semana pasada vivimos una serie de encuentros de poesía en la librería que tuvo su punto culminante en las actividades del sábado. Primero tres poetas llevaron adelante una clínica de poesía invitando a que la gente se acercase para consultar dudas, encontrarnuevas salidas –o llegadas–, o profundizar la relación con las palabras. Luego, cuatro jóvenes poetas realizaron el primer recital de la tarde. Con una lluvia torrencial de marco, la librería se llenó de pulsiones que entrechocaban en las paredes. El tercer encuentro fue un emocionante diálogo entre Hugo Mujica y Esteban Ierardo: emocionante por la profundidad y la intensidad de la charla. Cerrando eldía, un nuevo recital con Alicia Genovese, Juan García Gallo y audios de José Watanabe convocó a un público entusiasta –que sorprendió por la cantidad a pesar de los goterones que seguían cayendo–.
Pero volviendo a la tercera actividad, Hugo Mujica y Esteban Ierardo mantuvieron un diálogo sobre poesía y mística tan interesante que les pedimos autorización publicarlo en el blog.
Aquí la primeraparte de la desgrabación:
Esteban Ierardo: Buenas tardes. Me gusta la tarde que nos hace recordar al paganismo olvidado por Occidente. Con Hugo vamos a intentar hablar sobre la poesía, sobre algún tipo de experiencia estética que tal vez no es el centro del cultura contemporánea. Como un breve comentario introductorio, me gustaría manifestar la paradoja a la cual estamos sometidos al hablarde aquello que no tenemos que hablar. Es decir: tal vez directamente la poesía es algo que se entona en sus propias palabras sin necesidad de explicaciones o comentarios anteriores o posteriores. Pero el diálogo o la “teorización” sobre el sentido de la poesía puede ser una forma de estímulo al acto poético personal y al de otros. De hecho, estamos acá con Hugo. Hugo es el que tiene el largoimpulso de un camino creativo recorrido, por lo cual voy a hacer que él hable más que yo. No sé si querés Hugo hacer un primer comentario.
Hugo Mujica: No. [Risas]
Esteban Ierardo: Bueno, voy a hablar yo. La paradoja de hablar sobre aquello que no se puede hablar es algo que intentaron los temperamentos críticos de todos los tiempos y todas las culturas. Sería bueno recordar que en nuestra tradiciónliteraria, Borges es un ejemplo de una aproximación a una experiencia de orden místico. Después podemos pensar o intercambiar ideas sobre el significado de aquello que no puede ser efectivamente convertido en palabras. Pero me gustaría de mi parte recordar, o contarles como invitación a la lectura, un momento particular de Borges, que tal vez ya lo conozcan –y si no, creo que se justificadoblemente–, que es una de esas prosas ensayísticas breves de Borges que desborda de sugerencias y de sentidos.
Es una breve prosa que se llama “De alguien a nadie” y que se encuentra en el volumen de ensayos Otras discusiones, si no recuerdo mal. Lo menciono porque tiene que ver con ese tránsito en torno al cual gira la poesía de Hugo –y también algunas perspectivas o búsquedas personales de quien habla–que es la aproximación paradójica a un ser que siempre escapa a la palabra. Cuando les decía que en la historia de la cultura hay ejemplos de esta paradoja o esta tensión, el ejemplo que Borges desarrolla en ese breve ensayo es el de la teología afirmativa y el de la teología negativa. Un ejemplo de esta tensión desde dentro del lenguaje para tratar de eludir aquello que siempre se sustrae, quese convierte en una ausencia recurrente.
En “De alguien a nadie” Borges recuerda cómo en la Edad Media ciertos teólogos vinculados con la teología negativa se enfrentaron con este problema: cómo hablar de Dios, no como un ser que se revela a través de la escritura, sino como una dimensión abismal de la existencia fundadora del sentido pero que conserva un enigma, un misterio impenetrable. “De...
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