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Páginas: 2 (371 palabras)
Publicado: 27 de mayo de 2014
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ODISEA
Apenas el sol se puso y sobrevino la oscuridad, Circe mecogió de la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose cerca de mí, me preguntó cuanto me había ocurrido; yyo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras:
-Oyeahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde: llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantoshombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas yoye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a su hogar; las sirenas lehechizan con el sonoro canto, sentadas en una pradera en el centro de unenorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeroscon cera blanca, mas si tú deseas oírlas, haz que te aten los pies y manos ala parte inferior del mástil, y que las sogas se liguen a él: así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y en caso deque supliques o mandes a los compañeros que te suelten, atente con más lazostodavía.
Así dijo; y al punto apareció la Aurora, de áureo trono. La divina entre las diosas se internó en la isla, y yo,encaminándome al bajel, ordené a mis compañeros que subieran a la nave ydesataran las amarras. Embarcáronse acto seguido y, sentándose por orden en los bancos, comenzaron a batir con los remos elespumoso mar. Por detrás de la nave de azulada proa soplaba próspero viento quehenchía la vela; buen compañero que nos mandó Circe, la de lindas trenzas, deidad poderosa, dotada de voz.
Colocadoslos aparejos cada uno en su sitio, nos sentamos en la nave, que era conducidapor el viento y el piloto. Entonces alcé la voz a mis compañeros, con el corazón triste, y les hablé de este modo:
-¡Ohamigos! No conviene que sean únicamente uno o dos quienes conozcan los...
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