Humano, Demasado Humano
occidental debe ser fundamentalmente comprendida a la luz de la crítica que el filósofo
alemán hace de la metafísica. Enefecto, ya sea que se acoja la lectura de Heidegger según
la cual la filosofía nietzscheana es la consumación de la metafísica o se acepten las
interpretaciones “francesas” que consideran elpensamiento de Nietzsche como una
superación de ésta, lo cierto es que en ambos casos la crítica a las nociones últimas –sobre
las cuales se busca fundamentar un sistema teórico del mundo y el ser– seasume como el eje central alrededor del cual gira la filosofía nietzscheana. Dicha crítica de la metafísica,
que está estrechamente relacionada con las posiciones de Nietzsche frente a la moral, lareligión y el arte, adquiere una formulación clara a partir de lo que tradicionalmente se ha
llamado la “obra intermedia” de este autor. En efecto, en el periodo comprendido entre la
publicación deHumano, demasiado humano y La ciencia jovial2, la crítica de la metafísica
va adquiriendo nuevas determinaciones en la medida en que Nietzsche avanza desde una
inicial crítica cultural hacia eldesarrollo de las grandes tesis ontológicas de su
pensamiento.
Humano, demasiado humano, la obra que pone en evidencia la ruptura de Nietzsche
con Wagner y Schopenhauer, inaugura una etapa incisivamentecrítica, particularmente
escéptica, que desconfía de la moral, del arte y de la religión en tanto ilusiones que suponen
orígenes milagrosos. La fuerte influencia de los moralistas franceses y elcreciente interés
por las ciencias naturales, le permiten a Nietzsche enfrentarse a la cultura de su tiempo con
las armas del “desenmascaramiento”4. Pero, este intento de desenmascarar las ilusionestradicionales no debe ser entendido como la pretensión de descubrir la verdadera realidad
de las cosas, sino, antes bien, como la puesta en marcha de un sentido histórico capaz de
cuestionar toda...
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