Humanos.
Si, a todos nos gusta disimular los golpes. Sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa deverdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho depensarlo hace que duela. Pero, a veces... bueno, a veces tienes que darte permiso a ti mismo para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar laguardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar yechar de menos. A los que ya no están, y a lo que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista dereproducción favorita, tumbarte en la cama, cerrar los ojos y llorar. Llorar todo lo que te haga falta.
Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.
Regístrate para leer el documento completo.