HV 2014

En 1790, Francisco de Miranda, militar y patriota venezolano precursor de la emancipación latinoamericana, publicó en Londres los Planes de Gobierno para Hispanoamérica después de que se independizara de la metrópoli
Por Maggie Marín
En 2001, cuando el mandatario venezolano divulgó detalles y objetivos de su iniciativa, la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)parecía un sueño. En 2004, cuando Hugo Chávez y Fidel Castro rubricaron en La Habana los instrumentos que convirtieron a Cuba y Venezuela en pioneras de la audaz, original e inédita integración económica, política, social y cultural, la utopía empezó a andar.
El comunicado refrendado en la ocasión certifica que esta unión concibe relaciones políticas y económicas muy diferentes a las de los proyectosintegradores gestados en USA, y refiere que sólo una integración sustentada en principios de ayuda mutua, solidaridad y respecto a la autodeterminación, “puede dar respuesta a la altura de la justicia social, la diversidad cultural, la equidad y al derecho al desarrollo que merecen y reclaman los pueblos”.
De inicio hay que anotar que desde junio último el ALBA es una Alianza y no unaAlternativa -tácita muestra del nivel superior alcanzado- y que algunas cifras de sus principales proyectos a nivel regional parecen de ciencia ficción. Cifras, aclaro, que crecen a diario.
Más de un 1 millón 800 mil latinoamericanos han recuperado la visión gracias a la Operación Milagro; 3 millones 500 mil latinoamericanos han sido alfabetizados y de hecho Venezuela, Bolivia y Nicaragua son territorioslibres de analfabetismo; más de 6 mil 693 jóvenes de diversos países se han graduados de médicos y una cantidad superior a los 40 mil estudia actualmente esa carrera; se creó el Banco del ALBA y una moneda virtual, el Sucre, para que rija en los intercambios entre los socios en sustitución del dólar; más de 13 naciones reciben a través de PETROCARIBE 125 mil barriles diarios de petróleo encondiciones preferenciales; y se encausan varias empresas  Gran nacionales
Hay que acreditarle también la defunción del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas, oferta neoliberal promovida por Estados Unidos desde 1994 para apuntalar un mundo unipolar y ratificar su nefasta Doctrina Monroe.
Además, el componente político del instrumento integrador sorteó exitosamente varias pruebas a que lo sometióel convulsionado mundo de hoy, como la negativa a firmar la declaración de la Cumbre de las Américas por no mostrar una actitud inclusiva con Cuba, la adoptada ante la grave crisis económico-financiera mundial, y por supuesto, el rechazo al golpe de estado del 28 de junio en Honduras, uno de los países miembros, tanto en la Cumbre de fines del citado mes en la Maracay, Venezuela, como en la ONU yotros foros y organizaciones internacionales.
Si relacionamos lo antes dicho con la enrarecida actualidad política y social latinoamericana, se colige fácil que el ALBA es herramienta que impone el devenir histórico, pieza del proceso revolucionario regional camino a la real independencia, gústele o no a la Casa Blanca y al Pentágono.
Porque el auténtico destino de Nuestra América es laintegración. Tenemos una historia común desde antes del encuentro –¡que descubrimiento no fue!– entre dos mundos; compartimos el lenguaje y la cultura (cuando menos en sus talantes generales) y estamos tan próximos que somos vecinos.
Pero en los 517 años transcurridos desde 1492, la región nunca mancomunó esfuerzos suficientes para conducir a la defensa irrestricta de sus intereses. Ha sido, sí,vapuleada y firmemente sujeta a los intereses de las potencias extranjeras. Primero España, Portugal y otras naciones europeas. Luego Estados Unidos.
Sin embargo la quimera de la unidad latinoamericana siempre estuvo en la mente y la acción de sus más preclaros hijos. En 1790, Francisco de Miranda (1750-1816) militar y patriota venezolano precursor de la emancipación, publicó en Londres los Planes de...