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Páginas: 10 (2414 palabras)
Publicado: 29 de octubre de 2013
NUMERO: 16
FECHA: Marzo-Abril 1987
TITULO DE LA REVISTA: La Bolsa de Valores
INDICE ANALITICO: Finanzas
AUTOR: Enrique Quintana [*]
TITULO: Un Día en la Bolsa
TEXTO:
En el salón de remates
Vendo mil acciones de ALFA"! "Pago 200 por cada una"! Así son los gritos desaforados que cualquier visitante puede escuchar si acude al balcón que se encuentra en el segundo piso de Uruguay 54,sede del Salón de Remates de la Bolsa Mexicana de Valores.
De acudir a observar una sesión en el piso de remates de la Bolsa uno puede quedarse con la impresión de que lo que sucede es una locura pues varias decenas de tipos perfectamente trajeados, murmuran, gritan, gesticulan, acuden a los mostradores, corren al teléfono, mientras empleados no menos elegantes, afanosos, escriben y borran lapizarra en una actividad que parece frenética.
Todavía más alejado de la cordura, parece el hecho de que con unos gritos se realicen operaciones comerciales que involucran cientos de miles de millones de pesos.
Todo comienza a las 10:30 de la mañana. Los operadores de piso han llegado ya al salón de remates y se aprestan a iniciar las operaciones del día. Algunas se realizan de "viva voz", esdecir, voceando las compras y ventas que desean realizarse. A veces se efectúan "en firme", lo que no requiere anunciarlas oralmente sino mandarlas a la pizarra donde serán cuidadosamente registradas. Otro tipo de operaciones, las llamadas de "cruce" sólo requieren su anuncio mediante micrófono.
Interrogado, un veterano operador de piso calificó de "fascinante" el funcionamiento del salón deremates. Un verdadero reto a la sagacidad, la atención y el ingenio.
Los códigos no escritos son los que otorgan a la Bolsa ese misterio que tanto fascina a los que están en ella como inquieta a quienes la ven desde afuera.
La primera regla es la de la elegancia. Nadie que no vaya perfectamente trajeado puede entrar al salón de remates. Un operador recordó, como algo excepcional, cuando sepermitió desprenderse de los sacos cierta ocasión que se averió el aire acondicionado en un verano caluroso.
Un visitante ocasional manifestó que le fue proporcionada la indumentaria necesaria, antes de poder dar un paso en el salón de remates.
Antes de que fueran constituidas la gran mayoría de las Casas de Bolsa en los 60 y 70, los corredores bursátiles eran dueños de sus negocios y nodelegaban en empleados su función en el piso de remates. Esta aristocracia, bursátil impuso sus reglas, que aun siguen constituyendo un código no escrito en la Bolsa.
El "honor" de sostener la palabra es otro de los aspectos claves de este código.
En las operaciones de viva voz, quien las vocea no puede sufrir ningún lapsus. Si en lugar de gritar "compro" dice "vendo", está obligado a cumplir; sien lugar de mencionar ALFA, se equivoca y dice VISA tendrá que buscar cómo hacerse de las acciones de esta otra empresa. En este medio, la palabra vale más que documentos firmados y sellados.
Desde luego, en el caso de que algún corredor se vea seriamente comprometido por efecto de un error involuntario, aquel que pudo sacar provecho de la equivocación puede demostrar también su caballerosidady otorgar el "perdón".
Hay muchas triquiñuelas en la operación de este mercado, modelo de la competencia perfecta en los libros de texto. Una de ellas es la "rinconera" cuyo nombre tiene un sabor taurino, y además se le parece. Esta es una maniobra a través de la cual dos operadores de piso evaden el compromiso de hacer públicas las operaciones realizadas. Cuando éstos adoptan una actitudsospechosa y se desplazan hacia algún rincón poco concurrido es probable que preparen una "rinconera". Uno de ellos anunciará la operación y, apenas termine de hablar, el otro ya la habrá cerrado. Así, una transacción acordada con anterioridad se habrá realizado a la vista de todos, cubriendo con ello el expediente de hacerse pública.
Así como los malos pasos se dan hasta en las mejores familias,...
FECHA: Marzo-Abril 1987
TITULO DE LA REVISTA: La Bolsa de Valores
INDICE ANALITICO: Finanzas
AUTOR: Enrique Quintana [*]
TITULO: Un Día en la Bolsa
TEXTO:
En el salón de remates
Vendo mil acciones de ALFA"! "Pago 200 por cada una"! Así son los gritos desaforados que cualquier visitante puede escuchar si acude al balcón que se encuentra en el segundo piso de Uruguay 54,sede del Salón de Remates de la Bolsa Mexicana de Valores.
De acudir a observar una sesión en el piso de remates de la Bolsa uno puede quedarse con la impresión de que lo que sucede es una locura pues varias decenas de tipos perfectamente trajeados, murmuran, gritan, gesticulan, acuden a los mostradores, corren al teléfono, mientras empleados no menos elegantes, afanosos, escriben y borran lapizarra en una actividad que parece frenética.
Todavía más alejado de la cordura, parece el hecho de que con unos gritos se realicen operaciones comerciales que involucran cientos de miles de millones de pesos.
Todo comienza a las 10:30 de la mañana. Los operadores de piso han llegado ya al salón de remates y se aprestan a iniciar las operaciones del día. Algunas se realizan de "viva voz", esdecir, voceando las compras y ventas que desean realizarse. A veces se efectúan "en firme", lo que no requiere anunciarlas oralmente sino mandarlas a la pizarra donde serán cuidadosamente registradas. Otro tipo de operaciones, las llamadas de "cruce" sólo requieren su anuncio mediante micrófono.
Interrogado, un veterano operador de piso calificó de "fascinante" el funcionamiento del salón deremates. Un verdadero reto a la sagacidad, la atención y el ingenio.
Los códigos no escritos son los que otorgan a la Bolsa ese misterio que tanto fascina a los que están en ella como inquieta a quienes la ven desde afuera.
La primera regla es la de la elegancia. Nadie que no vaya perfectamente trajeado puede entrar al salón de remates. Un operador recordó, como algo excepcional, cuando sepermitió desprenderse de los sacos cierta ocasión que se averió el aire acondicionado en un verano caluroso.
Un visitante ocasional manifestó que le fue proporcionada la indumentaria necesaria, antes de poder dar un paso en el salón de remates.
Antes de que fueran constituidas la gran mayoría de las Casas de Bolsa en los 60 y 70, los corredores bursátiles eran dueños de sus negocios y nodelegaban en empleados su función en el piso de remates. Esta aristocracia, bursátil impuso sus reglas, que aun siguen constituyendo un código no escrito en la Bolsa.
El "honor" de sostener la palabra es otro de los aspectos claves de este código.
En las operaciones de viva voz, quien las vocea no puede sufrir ningún lapsus. Si en lugar de gritar "compro" dice "vendo", está obligado a cumplir; sien lugar de mencionar ALFA, se equivoca y dice VISA tendrá que buscar cómo hacerse de las acciones de esta otra empresa. En este medio, la palabra vale más que documentos firmados y sellados.
Desde luego, en el caso de que algún corredor se vea seriamente comprometido por efecto de un error involuntario, aquel que pudo sacar provecho de la equivocación puede demostrar también su caballerosidady otorgar el "perdón".
Hay muchas triquiñuelas en la operación de este mercado, modelo de la competencia perfecta en los libros de texto. Una de ellas es la "rinconera" cuyo nombre tiene un sabor taurino, y además se le parece. Esta es una maniobra a través de la cual dos operadores de piso evaden el compromiso de hacer públicas las operaciones realizadas. Cuando éstos adoptan una actitudsospechosa y se desplazan hacia algún rincón poco concurrido es probable que preparen una "rinconera". Uno de ellos anunciará la operación y, apenas termine de hablar, el otro ya la habrá cerrado. Así, una transacción acordada con anterioridad se habrá realizado a la vista de todos, cubriendo con ello el expediente de hacerse pública.
Así como los malos pasos se dan hasta en las mejores familias,...
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