héroes del 82

ufeffJuan Cruz era un niño muy valiente, soñaba con crecer y ser escritor, mago o simplemente aviador. Le encantaban las historias, como a cualquier niño de su edad, con tan solo diez años. Su padre era un carpintero, actualmente sin trabajo; lo habían despedido de la mueblería del pueblo.
- Luis, disculpe que lo moleste, pero hoy no traigo buenas noticias. Lamentablemente queda despedido, losiento pero las cosas no son como antes, vio? No se vende mucho y no puedo pagarles a todos los empleados que tengo. Pero no se preocupe, es joven y seguramente consiga algo pronto.
Con la cabeza gacha y sin decir nada, Luis emprendió el regreso a casa. Mientras iba caminando, lo alcanzó Octavio, su hijo mayor. Un joven muy hermoso, de rostro cansado de trabajar todo el día en la fábrica. Él ledio un gran abrazo al padre y aprovechó a saludar a su vecina Doña Paulina, que se encontraba con su nieto Adolfito, un muchacho de barrio de ojos azules como el cielo; muy amigo de Octavio y Olivia, su hermana melliza. Adolfito, se ruborizaba cada vez que Olivia lo saludaba al pasar; era la mujer que robaba sus pensamientos y su corazón. Octavio entabló una corta conversación con Doña Paulina yarreglo con su amigo para ir a jugar un ¨picadito¨ con los muchachos del barrio. Al irse, se despidieron y junto a su padre siguió camino hacia su hogar. Rápidamente notó el desconsuelo en la mirada del padre y se atrevió a preguntarle qué le sucedía. Él le contó de su despido mientras se acercaban a su casa ubicada en el barrio de Almagro. La vuelta se tornó silenciosa y agobiante. Luis se sentíafrustrado. Sabía que la situación actual de la familia se iba a complicar con el pasar de los días.
En la puerta de su casa se encontraba Elba, su fiel compañera. Era una costumbre que ella los espere con unos mates calientes al regreso del arduo día laboral, y logre sacarles una sonrisa. Octavio se adelantó a su padre, y contó el despido. Elba, quedó totalmente sorprendida por la noticia, perosabía que debía animar a su esposo. Le dio un beso, y le dijo que todo iba a estar bien, que su familia iba a poder salir de esta situación. Al entrar a la casa, Elba fue corriendo al patio trasero al escuchó el llanto de su sobrino Jorge, que se había caído de un banco. Era un niño de seis años, que hacía tiempo que estaba a cargo de la familia Arangoni.
Jorge, no era huérfano. Su tía Elbatodavía estaba buscando desesperadamente desde hacía ya cuatro años a su hermana menor, madre de Jorge, y a su marido. La última vez que se los había visto fue en un restaurante, donde celebraban su quinto aniversario de casados. Esa noche, Jorge había quedado al cuidado de Elba y su familia. Ellos nunca regresaron de aquel festejo. En esos cuatros años nunca recibieron respuesta alguna de nadie, apesar que Elba movió cielo y tierra.
Los días pasaban y para la familia era cada vez más difícil llegar a fin de mes, traer el pan a la mesa y pagar las cuentas. Luis intentaba conseguir un empleo, pero la inestabilidad económica de la época, sumada a la cantidad de desempleo que sufría el país, no ayudaba a que la búsqueda fuese exitosa.
Para Octavio los días se tornaron más agotadores; ahoratenía que aumentar las horas laborales, para compensar aquel dinero que aportaba su padre a la familia.
-Estoy más cansado ahora que cuando hice ¨la colimba¨. - Solía decir.
Octavio había hecho el servicio militar en 1981, después de 14 meses de entrenamiento, volvió a casa. En ese tiempo que estuvo alejado de su familia, se alojaba en un cuartel de Junín, donde supo lo quesignificaba el trabajo duro. Se levantaba antes que cante el gallo, le enseñaban a soportar el frio; a cargar y limpiar un arma. Los días en aquel cuartel se pasaban entre aprender a manejar camiones y a saber utilizar un arma a la perfección. Pero para él esos días de aprendizaje ya habían terminado, habían quedado muy lejos de su vida. Ahora solo se preocupaba por hacer horas extras para satisfacer...