Ibou
Páginas: 11 (2701 palabras)
Publicado: 3 de enero de 2015
José María Arguedas
Contaron que habían visto al tifus1, vadeando el río, sobre un caballo negro, desde la
otra banda donde aniquiló al pueblo de Sayla, a esta banda en que vivíamos nosotros.
A los pocos días empezó a morir la gente. Tras del caballo negro del tifus pasaron a
esta banda manadas2 de cabras por los pequeños puentes. Soldados enviados por laSubprefectura incendiaron el pueblo de Sayla, vacío ya, y con algunos cadáveres
descomponiéndose en las casas abandonadas. Sayla fue un pueblo de cabreros3 y sus tierras
secas sólo producían calabazas y arbustos de flores y hojas amargas.
Entonces yo era un párvulo4 y aprendía a leer en la escuela. Los pequeños
deletreábamos a gritos en el corredor soleado y alegre que daba a la plaza.
Cuando loscortejos fúnebres que pasaban cerca del corredor se hicieron muy
frecuentes, la maestra nos obligó a permanecer todo el día en el salón oscuro y frío de la
escuela.
Los indios cargaban a los muertos en unos féretros5 toscos; y muchas veces los brazos
del cadáver sobresalían por los bordes. Nosotros los contemplábamos hasta que el cortejo6 se
perdía en la esquina. Las mujeres iban llorando agritos; cantaban en falsete el ayataki, el
canto de los muertos; sus voces agudas repercutían en las paredes de la escuela, cubrían el
cielo, parecían apretarnos sobre el pecho.
La plaza era inmensa, crecía sobre ella una yerba muy verde y pequeña, la romaza. En
el centro del campo se elevaba un gran eucalipto solitario. A diferencia de los otros
eucaliptos del pueblo, de ramas escalonadas ylargas, éste tenía un tronco ancho, poderoso,
lleno de ojos y altísimo; pero la cima del árbol terminaba en una especie de cabellera
redonda, ramosa y tupida7. “Es hembra”, decía la maestra. La copa de ese árbol se confundía
con el cielo. Cuando lo mirábamos desde la escuela, las altas ramas se mecían sobre el fondo
nublado o sobre las abras de las montañas. En los días de la peste, los indiosque cargaban los
féretros, los que venían de la parte alta del pueblo y tenían que cruzar la plaza, se detenían
unos instantes bajo el eucalipto. Las indias lloraban a torrentes, los hombres se paraban casi
en círculo con los sombreros en la mano; y el eucalipto recibía a lo largo de todo su tronco,
en sus ramas elevadas, el canto funerario. Después, cuando el cortejo se alejaba y desaparecíatras la esquina, nos parecía que de la cima del árbol caían lágrimas y brotaba un viento triste
que ascendía al centro del cielo. Por eso la presencia del eucalipto nos cautivaba; su sombra,
que al atardecer tocaba al corredor de la escuela, tenía algo de la imagen, del helado viento
que envolvía a esos grupos desesperados de indios que bajaban hasta el panteón8. La maestra
1
Tifus:Fiebre infecciosa acompañada de desórdenes cerebrales y erupción de manchas rojas en algunas partes del
cuerpo; es transmitida por cierta especie de piojo.
2
Manada: Grupo de animales cuadrúpedos salvajes que van juntos: ‘Una manada de lobos [de elefantes]’.
3
Cabrero: Pastor de cabras.
4
Párvulo: Niño; se emplea usualmente sólo para designar la escuela o clase de niños pequeños: ‘Un colegio depárvulos’.
5
Féretro: «Ataúd». Caja en que se pone una persona muerta para enterrarla.
6
Cortejo: «Comitiva». Conjunto brillante de personas que se trasladan solemnemente de un sitio a otro en una
ceremonia oficial.
7
Tupido: Espeso: con los hilos muy juntos, de modo que no se transparenta.
8
Panteón: Monumento destinado a enterramiento de varias personas; por ejemplo, de una familia.presintió9 el nuevo significado que el árbol tenía para nosotros en esos días y nos obligó a
salir de la escuela por un, portillo del corral, al lado opuesto de la plaza.
El pueblo fue aniquilado. Llegaron a cargar hasta tres cadáveres en un féretro.
Adornaban a los muertos con flores de retama10; pero en los días postreros las propias
mujeres ya no podían llorar ni cantar bien; estaban...
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