Idealismo En Don Quijote De La Mancha

Idealismo en Don Quijote de la Mancha.

“El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” desde un principio nos hace ver que la mayor parte de la novela gira en torno a un personaje idealista, un sujeto que busca cumplir sus sueños a como dé lugar. En el primer capítulo se nos presenta a un hombre viejo, que permaneció largos años encerrado en su biblioteca leyendo libros de caballería con granentusiasmo. Dicha pasión lo lleva a abandonar su casa, junto a su caballo Rocinante, para comenzar un largo viaje, en el cual pretende llegar a convertirse en un verdadero caballero andante, como los que aparecían en las novelas que tan afanosamente leía. En este viaje visita muchos bosques y campos, lo que nos hace pensar, a creer, que esto quizás tiene una relación con el concepto libertad, ¿sepodría decir que el Quijote buscaba cumplir todos aquellos ideales en torno a la naturaleza? Es ahí donde entra el “Análisis de los discursos sobre la edad dorada y las armas y las letras” de Elsa Leonor di Santo, en el que nos habla acerca de un utópico mundo en el que las personas vivían sin preocupaciones, mantenidos por la tierra. Frutos, lagos de néctar e infinitos sanos alimentos podíanencontrarse allí, en la Edad Dorada, donde reinaba la paz y el amor, como una especie de paraíso. Don Quijote se mete de lleno en un mundo salvaje e incierto, intentando por todos los medios conseguir aquello que tanto desea: el reconocimiento como caballero andante. El idealismo en sus sueños es perfectamente similar al idealismo la Edad de Oro, una realidad en que la inocencia y sencillez son pande cada día y el amor es algo fundamental para hacer girar al mundo. Don Quijote también busca introducirse en aquello que llamamos amor, o más bien el romance, creando a una doncella, que se dice que nunca existió, a la que piensa dedicarle todos sus triunfos; otra idealización más que tampoco resulta creíble, como aquella sátira de paraíso que hacía soñar a los hombres en el renacimiento.
Elrelato sigue avanzando y nos encontramos al Quijote presentándose en un supuesto palacio, lleno de hermosas damiselas, que no era más que una venta con un par de mujeres que ejercían el empleo más antiguo que se conoce en la humanidad. Él se ve en un mundo mágico, en el que no sólo disfrutará de buena compañía y comida caliente, sino que un lugar donde se le nombra caballero, legalmente. La gente dela venta en un principio se burla de él, pero don Quijote les ignora e implora que se le haga caballero de una vez por todas; escuche lo que escuche él está seguro de haber entrado a un castillo donde finalmente se le puede dar el título de caballero andante. Extrañamente el dueño de la venta accede a su pedido, a cambio de algunas monedas, y don Quijote consigue, finalmente, su objetivo.
Deallí en adelante podemos observar a nuestro protagonista enfrentarse a algunos rivales, anteponiendo las armas a las palabras, a las letras. Tal como se dice en el ensayo de Elisa Leonor di Santo, Cervantes, en su discurso, da mucha más importancia a las armas que a las letras, siendo algo contradictorio en relación a su vida. Él era un hombre erudito, que se presentó al ejercito, para pelear ennombre de la patria, perdiendo un brazo en batalla; resulta casi incoherente que ponga en más relevancia a las armas que a las letras, cuando la guerra no le trajo más que pesar; sin embargo he aquí el quid del asunto: Migue de Cervantes aprendió una valiosa lección en todos estos enfrentamientos, me refiero a la fuerza de espíritu que se necesita para luchar contra un enemigo, del cual se desconocesu poder en batalla. No desmereciéndolas, las letras, en cambio, necesitan sólo espíritu y casi nada de valor, carecen de ese coraje que poseen los caballeros andantes al momento de arriesgar la vida por un objetivo en concreto, como en el caso de Don Quijote conseguir la fama. Es mucho más fácil sentarse cómodamente en el sillón de tu biblioteca, frente al fuego, leyendo libros de caballería,...